Va por delante que yo soy una tía muy abierta, siempre he sido muy liberal. Pero después de una matrimonio, mogollón de novios y líos varios (no estoy buena ni soy una sex-symbol, es que me duraban un suspiro), pues conocí al que es mi compañero de vida y dónde dije digo, digo Diego, y hace ya más de un año que me volví a casar.
A él jamás le he ocultado nada, de hecho a principio de este año abrimos la relación por ambos lados. Yo en mi caso siempre he considerado que soy de relaciones abiertas, solo en plan sexo, y bueno lo llevé bien. Él por una mala experiencia lo ha llevado mal y ha cerrado por el momento por su lado (ya le he dicho que sin prisas y cuando quiera).
La cosa es que por octubre empecé a liarme con un amigo… y… ¡estoy metida en una relación a tres!… me tratan los dos como una reina, es un amor, mi marido y él se llevan bien, planean hacer cosas juntos, tienen hobbys parecidos… ayuda en casa y con nuestras peleas, porque mi chico y yo somos muy temperamentales y mi «novio» es más tranquilo y relajado, y suele aportar mucha calma. Nos está ayudando a ser capaces de cuando no está poder tratar los temas.
Ahora que llega San Valentín, les he hecho regalos a los dos, y están encantados.
Jamás me había imaginado estar en una pareja poliamorosa… pero me siento feliz. Sé que es con mi marido con quien quiero estar, y mientras mi novio siga lo disfrutaré a tope porque me parece una oportunidad que se me ha presentado y no pienso desaprovecharla.
Sé que suena irreal, pero, y ha salido de mi marido, estamos mirando una casa más grande y ya está sobre la mesa el irnos a vivir los tres juntos… son tantos cambios en tan poco tiempo que me siento tan afortunada que no sé si todavía me lo creo.