Buenas tardes chicas!!!! Me quiero unir a ese club de madres confinadas con pequeños diablillos y os tengo que contar lo que me ha pasado este mismo fin de semana. Voy a hacerlo como en esas películas con flash back y para empezar os diré que estoy ahora mismo sentada sobre un pañal la mar de incómodo y que espero que mi marido entre por la puerta de casa cuanto antes!!!!
Ahora viajemos al sábado por la mañana. Mi hijo de año y medio y yo nos quedamos solos en casa porque mi marido (que es forestal) se fue a trabajar todo el fin de semana. Vivimos en la montaña a bastante distancia de cualquier casa (al menos a pie) y siempre estamos conectados con mi marido por si pasa cualquier cosa pero no suele suceder.
Pues allí estábamos como un día más. Y sabéis eso que dicen de los niños de que cuanto más silenciosos estén peor será lo que están haciendo???? Pues tal cual amigas. Yo estaba en la cocina y él andaba por casa revolviendo y como lo tengo todo a prueba de golpes, trillazos o lo que sea pues estaba tranquila.
En esto que escucho la taza del retrete y salgo corriendo de la cocina. Pues allí delante de la taza me encuentro a mi hijo con un tampón en la mano y tooooooodo el váter lleno de tampones empapados y compresas al estilo barquito. Me miró partiéndose la caja y tiró el último algo así como quien pone el sobrecillo del te en la taza de agua caliente. Metí la mano a toda hostia y saqué todo el mejunje de algodón y compresas empapadas. Es que me las había abierto todas!!!!!!!!!! Los tampones más de lo mismo, una caja casi enterita!!!!!!
Pienso bueno pues lo recojo y una anécdota más para contarle a este primogénito que tengo pero como a veces el destino, la cuarentena y una casa en medio del monte parecen unirse para reírse de ti….. pues después de comer voy al baño y allí estaba mi amiga la regla adelantándose a su fecha para decirme ey hola amiguiiiii ah que no tienes compresas ni tampones pues te joooodeeeesssss!!!!!!
Vuelvo a pensar y digo puedo llamar a mi marido para que me traiga algo que ponerme pero después se me enciende la bombilla de las ideas y digo mira pa’ qué molestarlo????? Engancho un pañal del niño, lo recorto al más puro estilo superplus con alas extra noche y me lo pongo en las bragas. A ver y como parche (nunca mejor dicho) pues bien pero llevo todo el fin de semana haciendo manualidades con pañales y caminando como un cowboy del antiguo Oeste.
Esta mañana llamé a mi marido y le pedí que por lo que más quiera no se olvide de mis tampones, o compresas, o copas o lo que quiera que no sean pañales de la talla 5. No entendió nada para me dio el ok. Aunque si os digo la verdad me quejo mucho me echaré de menos esta sensación acolchadita en mis posaderas (no, en serio, no lo hagáis, es una mierda).
Besitos a todas!!!!!