Chapó, querida. Yo me siento así tal cual y aunque estoy intentado cambiar mi forma de verme, es un trabajo difícil y duro.
Solo me queda decirte que mucho ánimo, aunque esto te lo habrán dicho mil y unas veces, si no te gusta algo, cámbialo. Haz deporte, dieta y poco a poco puede que te vayas sintiendo mejor y que te guste tu cuerpo, obviamente el no dejar el psicólogo te vendrá de perlas también, así que a tope! Que nadie nos pare!

Sí, es una carta triste… cualquiera odiaría leer esto pero
¡¡joder!!
Es que es una carta tal cual para mí…
Te entiendo perfectamente, entiendo tu visión, tu postura, tu pensamiento…
Sé que es doloroso no gustarse, no quererse y odiarse de esa manera y sobretodo cuando es a ti misma…
No puedo decirte como quererte, porque ni yo misma estoy curada…
Sólo te puedo aconsejar que sigas en la psicóloga y que ella intenté darte los pasos adecuados para empezar a amar eso cuerpo que te va a acompañar toda tu vida.
Besos, preciosa

Hola E.,
Me he sentido muy identificada con lo que has escrito.
Hace cosa de un año que decidí ir a terapia, convencida de que tenía un problema de estrés laboral, pero resulta que esa era solo la punta del iceberg. No quería ver mi realidad, que no me quería, que mi autoestima estaba por los suelos, tenía ansiedad y principios de depresión. Pasé los años pendiente de hacer lo que se esperaba de mi, intentando ser una persona seria y responsable, ignorando mis necesidades, centrándome en cualquier cosa que no fuera yo para ignorar mis pensamientos.
Gracias a la terapia estoy aprendiendo a escucharme, a quererme un poco más, a cuidarme… pero resulta tremendamente difícil. Hay días estupendos, en los que el optimismo está por las nubes y pienso que soy estupenda, que valgo mucho, días en los que mando todos mis complejos a pasear… pero resulta que los muy capullos siempre vuelven, y los días ya no son tan buenos.
Me acompleja mucho mi físico (soy obesa): odio mis pantobillos, mis rodillas anchas y muslos enormes, los labios menores de mi vulva, las lorzas de mi barriga, mis pechos algo caídos, mis brazos fofos, mis dedos rechonchos, mis verrugas, alguno de mis lunares, mi pelo… Y también está mi carácter: soy reservada, muy tímida, insegura, cabezota, arisca…
Tengo 31 años y nunca he tenido ningún rollo, jamás me han besado. Pienso que si hasta ahora ningún chico se ha acercado a mi, por qué iba a cambiar eso en un futuro? Sí, sé que primero tengo que quererme yo, pero tengo la sensación de que por mucho que yo me quiera, nadie más va a quererme, que nunca voy a encontrar a ese alguien que me quiera de forma incondicional.
Estoy intentando mejorar: cuido mi cuerpo (hago algo de deporte, cosa que había dejado a un lado por todas las responsabilidades que me había autoimpuesto), intento aparcar la timidez y ser un poco más sociable, salir de mi zona de confort.
El libro de Elena y Rebeca (Gordi fucking Buena) ha sido todo un descubrimiento, bueno, realmente ha sido un regalazo que me hicieron y gracias al cual descubrí su web. Tengo muy presente su frase “disfruta lo que tienes mientras trabajas por lo que quieres”, y me asombra todo el movimiento body positive y la “comunidad” que han creado, me hace sentir menos bicho raro.
Pero hay días de bajón en los que solo quiero que llegue la hora de ir a dormir, esperando que el día siguiente sea un poco mejor.
Sé que es un camino largo y duro, en el que cada va a su ritmo. Solo espero no rendirme y llegar a aceptarme y quererme tal y como soy.
Te deseo lo mismo a ti y todas las personas que están en nuestra misma situación.

Cuando leo tu carta, podría pensar perfectamente que la he escrito yo. Es verdad que, aunque es triste y a nadie le gustaría leerla, es una verdad como un templo. La sensación que describes, creo que la hemos sentido todos en algún momento.
Yo siempre he sido gordita además de grande, mi complejo se remonta a la infancia donde un niño de mi clase si tuvo a bien cambiarme el nombre por «gorda». Creo que eso sumado a mi timidez aumentaron mi baja autoestima.
Pero poco a poco y creo que los años me van dando la madurez y amplitud de miras necesarias para darle la importancia justa a las cosas y querer un poco más. Eso sí, los días de bajón no me los quita nadie. Pero gracias a foros como este se han más llevaderos. Ánimo E.