Hola! Mi historia es un poquito larga, ya que ha durado más de 3 años pero si alguien la lee hasta el final, muchísimas gracias <3
Yo a esta chica, a la que voy a llamar María, la conocí hará cosa de 6 años, cuando ambas teníamos 17 años. Poco a poco, empezamos a quedar todos los viernes para hacer los típicos planes que se hacen a esa edad, con la limitación de que sus padres siempre han tenido unas ideas un tanto antiguas y le obligaban a estar todos los días a las 9 en casa para cenar y apenas le dejaban salir por la noche, y si lo hacían, a las 2 tenía que estar en su casa. Ese año nos graduamos y nos quedamos estudiando en nuestra ciudad, y encima en el mismo campus, aunque carreras diferentes. Hasta Octubre, fuimos haciendo las dos amigos nuevos, cada una en nuestra clase pero María hizo una estupidez (ahí empezó a sacar su personalidad tóxica) y se ganó el odio de la clase entera, yo seguía bien con mis compañeras. Los Viernes seguíamos quedando juntas y cuando cumplió los 18 ya sus padres le dejaban salir hasta las 4, por lo que a veces salíamos los sábados por la noche y los jueves salía con las de mi clase, situación que al principio no dio problemas. Lo malo empezó en época de exámenes, que yo tenía mucho que estudiar después de 4 meses vagueando y apurando con tiempo de donde fuese, por lo que no podía quedar los viernes y eso a ella le empezó a sentar mal, ya que por esa época ella llevaba los estudios al día, pero no le di mucha más importancia. El drama empezó en el segundo cuatrimestre, en el cual me obsesioné con un chico de clase y ver que él no quiso nada más conmigo que 4 besos me provocó depresión y ansiedad diagnosticada por un psiquiatra (sé que es una tontería dicho así, pero yo era una cría de 18 años y esas cosas me afectaban una barbaridad), por lo que empecé solo a salir los jueves solo para hablar con él, el resto de la semana me encerraba en casa y no quería saber nada de nadie, había fines de semana en los que mi móvil estaba apagado hasta el lunes por la mañana. También la relación con mis compañeras de clase se resintió, porque el chico que me gustaba se empezó a fijar en una de ellas y ella le seguía el rollo, así que dejé de salir los jueves también. El hecho de que no saliese con ella, a pesar de haberle explicado que me pasaba le ofendió muchísimo.
Uno de esos días que milagrosamente quedé con María, me presentó a un chico de su clase al cual yo le había parecido guapa. Yo no tenía ninguna gana de conocerlo, pero le acabé dando mi número, ya que como descubrí posteriormente era un experto manipulador, pero eso es otra historia. Hasta que un día en verano quedé con él y al no estar mi foco de ansiedad presente (el ambiente de aquella clase), le di una oportunidad y fuimos novios. María cuando estábamos de lío estaba muy contenta, «porque por fin aparte de quedar con él quedaba con ella, que llevaba 5 meses sin salir de casa» ¿Qué paso en cuanto María se enteró de que eramos novios? Dio una oportunidad a un hombre de 28 años que llevaba metiendole fichas meses e hizo todo lo posible para que le pidiese salir lo antes posible, en plan si Miau tiene novio yo también. Empezó a salir de casa solo si él le decía de quedar, por lo que yo me aisle en mi exnovio. Pero a ella la relación no le salió como esperaba, ya que él se intentó liar con otra delante de ella una noche la cual no salí, ella me estuvo un año llamandome mala amiga por no estar con María aquella noche tan dura, me hacía comentarios tipo «no estuviste conmigo cuando más te necesitaba, podrías haber tenido el móvil en sonido, haberte vestido y haberme consolado». Esta es la parte más suave de la historia.
La parte en la que mi vida fue un infierno por culpa de María empieza ahora. María, al ver que yo seguía teniendo novio, se hizo un perfil en Badoo para encontrar un sustituto nuevo lo antes posible, y encontró a un tipo, vamos a llamarle Pablo, que le pidió salir nada más conocerse. A María le encantó ese chico, ya que quería pasar todo su tiempo libre con ella y parecía un romántico, pero todo se desvaneció cuando tuvieron sexo por primera vez, en la que él desapareció. Para María se acabó el mundo en ese momento, y comenzó a obligarme a salir con ella viernes y sábados, siendo su único plan llorar como una desconsolada conmigo. Yo me di cuenta de que quedar solo para eso me agotaba y empecé a salir más con el que era mi novio. Pero Pablo volvió y estuvo más de un año quedando con María una vez a la semana e ignorandole el resto del tiempo, ninguna de esas veces eran fin de semana. Un día María se presentó en su casa y me llamó de todo, me dijo que me quedase con mi novio pero que ella se iba a suicidar, que estaba harta de que le restregase mi feliz vida (nunca nos veia juntos) y que siempre que tenía problemas le dejaba sola. Ahí mi chip cambió y me dije a mi misma que iba a quedar más con ella, llegando a olvidar a mi propio novio, el cual se cansó de mi y me dejó. Los planes con ella eran siempre los mismos: viernes ir a esperar a Pablo al portal de su casa o alrededores y sábado llorar como una desconsolada porque según ella en su casa no podía llorar y necesitaba un abrazo mientras lloraba. Y yo como una tonta estuve acompañandole en todas estas ocasiones.
Al mes de dejarlo con mi novio, Pablo volvió a la vida de María, pero esta vez como su novio formal con el cual hacía planes de novios. Yo estaba mal por mi reciente ruptura, le pedí a ella quedar para airearme (por aquel entonces no tenia más amigas cerca) y su respuesta era: ay he quedado con Pablo o vente con Pablo y conmigo a x sitio, te va a venir bien. En definitiva, me dejó sola con mis problemas. Pero Pablo le volvió a dejar y ella volvió llorando a mi a volver a hacer aquella rutina de tristeza y amargamiento. En esa época tanto ella como yo comenzamos a conocer a gente nueva, que se convirtieron en nuestros amigos. A mi eso me gustó, a ella creo que en parte le fastidió, porque su rutina de espiar-llorar poco a poco empezó a cambiar a quedar con nuestros flamantes amigos. Por circunstancias de la vida, me tuve que ir a estudiar fuera y a vivir en una residencia de estudiantes. Justo cuando eso pasó ella volvió con Pablo, esta vez definitivamente. En mi época estudiando fuera se volvió a repetir una historia parecida a la de mi primer año de universidad, pero en esta ocasión en vez de callarme y encerrarme, le contaba mis problemas a mis amigos, entre ellos se encontraba María. Adivinad quien fue la única que no me apoyó. En cuanto le sacaba el tema me decía que estar fuera me estaba cambiando y cambiaba el tema a lo maravillosa que era su vida con Pablo. Y puede que yo cambiase estando fuera pero cuando volví descubrí a la verdadera María. La verdadera María era una persona que la única persona que le ha importado en su vida es Pablo. En cuanto volvió se aprovechó de mi para intentar meter a Pablo en el grupo, cosa que no le salió nada bien, ya que solamente venía al grupo a cambiarnos los planes que ya estaban hechos por otros más aburridos. Como ahora María y Pablo iban en pack, la gente empezó a pasar de María, no sin antes intentar hablar con ella diciendole que a ella le querían pero a Pablo no. Ella hizo caso omiso y la única amiga que le quedó en ese grupo fui yo.
Cuando se dio cuenta de que la única que le prestaba atención era yo, intentó montarse un «grupo» nuevo formado por Pablo, ella y yo. Pero aparte de yo no dejé a los amigos que me apoyaron cuando lo pasé mal, María solamente quería quedar conmigo o cuando se aburrían de estar solos o cuando tenían problemas para que mediase entre ellos. Me ofrecían planes que no me gustaban, para los cuales tenía que poner excusas y si María me veía salir con otras personas cuando llegaba a casa me llamaba por teléfono y me gritaba. Empecé a dejar de salir de casa para no encontrarmela y alguna vez tenía que ir a sus planes y poner una sonrisa falsa, eso sí teniamos que ir solo los 3, para ellos la demás gente sobraba. Uno de esos días que ella se empeñó en salir conmigo, poniendo la excusa de que le había prometido hace meses que iba a salir con ellos (cosa que nunca pasó) y por una vez decidí hacer lo que yo quise, que era estar con el resto de mis amigos. Ese día me mandó un párrafo lleno de insultos y no he vuelto a saber de ella por el momento. Eso sí, ahora su familia me gira la cara por la calle, así que a saber que les habrá dicho de mi.
Con esta historia quiero dejar claro que las personas tóxicas, tanto parejas como amigos, se alejan de ti en el momento en que no pueden obtener lo que quieren de ti. Si llego a seguir siendo amiga de María ahora mismo probablemente estaría todos los fines de semana encerrada en casa por miedo a verla. Y que de todo se sale.