Pues os vengo a contar mi historia personal, por si alguna está en una situación parecida y le pudiese ayudar.
Tengo 29 años y… Una sola relación sexual completa en toda mi vida. Perdí la virginidad, me volví paranoica con los embarazos y las ETS y se acabó lo que se daba. Acudí y sigo acudiendo a una psicóloga, cuyo consejo principal es «expone a la ansiedad».
Tras un siguiente intento con nulo éxito y misma paranoia, me puse a pensar en mi propio placer y en mis fantasías. Y llegué a una conclusión: si el sexo convencional me da pavor, quizá la respuesta está en el sexo no convencional.
Me compré un juguete nuevo. Curiosamente no era un succionador, que estando tan de moda igual debería probar.
El siguiente paso fue observar bien mis posibilidades. No me había dado cuenta hasta ese momento, de lo ideal que era el cabezal de mi cama para coger mis pañuelos y jugar al bondage.
Cogí una cámara y me hice fotos. Me grabé en pleno orgasmo. Maravilloso…
Una de mis aficiones siempre ha sido escribir. Y he empezado a escribir sobre mis fantasías y a interactuar con quiénes me leen, sin necesidad de establecer ningún tipo de relación cercana. Sólo disfrutando tocándome con los mensajes que me dejan y excitandome al ver que otra gente se excita.
Ahora estoy planeando dar nuevos pasos, dejarme llevar por la tentación de probar esto o aquello.
El sexo convencional, si tiene que volver, ya volverá…