Hola chicas. Vengo de dejar a mi hijo de 5 años en el colegio, y el pobre se ha agarrado un cabreo (y con razón)…
El otro día su profe envió una circular informando que para Navidad el cole organiza un concurso de bolas de Navidad personalizadas. Cada niño que quisiera participar tendría que hacer su propio adorno con material reciclado y llevarlo a clase. De cada clase se votaría el más bonito (esto ya me parece algo un poco fuera de lugar) y después elegirían uno por curso.
No me gusta demasiado que a estas edades ya se metan de por medio ganadores y concursos, pero mi hijo quiso participar y me pareció bien. El fin de semana nos pusimos manos a la obra, yo le dejé claro que era algo que tenía que hacer él, que yo podría ayudarlo pero nada más. Y, a ver, tiene cinco años y yo colaboré con tijeras, pegamento y esas cosas, pero al final todo lo demás lo hizo él.
Hoy llegó muy orgulloso con su adorno navideño, pero en seguida se vino abajo, y es que el resto de compañeros… ¡no veáis qué cosas traían! Manualidades que no habían hecho niños de 5 años ni de broma. Purpurinas, goma eva, incluso uno con luces ¿y el material reciclado? Claro, mi hijo en seguida se dio cuenta y llegó a decir que quería tirar su adorno a la basura, que no le gustaba.
Una verdadera vergüenza por parte de todos los padres el no saber distinguir lo que es ‘ayudar’ a un hijo a ‘hacerlo nosotros’. Terrible que desde tan pequeños les estemos demostrando que para ganar hay que hacer trampas. Estoy pensando en poner una queja al centro si aceptan esas manualidades para el concurso, no porque quiera que mi hijo gane, sino porque es injusto por completo y nadie se cree que esos adornos hayan sido cosa de niños de 5 años.
¿Qué opináis? ¿Debería quejarme?