Bueno, lo digo en el título ya: Creo que mi vecino me espía mientras me ducho. Y lo pongo en autoestima porque lo peor de todo es que… no me disgusta. Pero os pongo en contexto.
Resulta que vivo en una urbanización de cientos de casas todas exactamente iguales las unas a las otras. Y todas ellas tienen el baño del dormitorio principal dando a la calle y con la ventana en la pared de la bañera. Salvo que lo cambies, o que le pongas un estor o algo que va a terminar negro de piojillo de la humedad, esos cristales translúcidos que ha puesto la constructora son lo que hay, y, la verdad, se ve demasiado a través de ellos.
La ventana está en la pared de la ducha y no es la primera vez que veo con el detalle suficiente para reconocer si el que se ducha es hombre o mujer, reconocerlo si lo conozco de vista o incluso apreciar si tiene tatuajes en los brazos. Se ve solo la parte superior del cuerpo, como desde la mitad del torso, pero se ve demasiado. Total, que yo creo que existe un acuerdo tácito entre los vecinos por el que no miramos a las ventanas del baño de los demás y punto. Pero no todos. He descubierto que hay un vecino que, oh, qué casualidad, saca al perro a la hora exacta a la que yo me ducho por las noches al llegar del trabajo.
Y, oh, qué casualidad, que ya van al menos ocho veces en las que al terminar, y envuelta en la toalla, abro la ventana para ventilar y me lo encuentro de pie en la calle, haciendo como que espera a que el perro termine de regar los setos de enfrente. Y yo no sé si por falta de autoestima, por exceso de ella, o porque estoy mal de la cabeza… pero el caso es que me mola la sensación. Me gusta que el tipo, del que ya he averiguado dónde vive, se tome la molestia de desplazarse hasta mi calle para verme de forma parcial, al trasluz y pixelada. Me halaga. Al menos en parte, porque un poco también me pone los pelos de punta. Ya no sé si en una de estas salir y pedirle una cita, o si llamar a la policía y pedir una orden de alejamiento. ¿Qué opináis?