Es increíble la pasión y las ganas con las que nos besamos.
Cómo sus manos recorren todo mi cuerpo de arriba a abajo y de abajo a arriba acabando siempre sobre mis tetas y tocándolas, preparándolas para su boca.
Su boca abandona la mía para bajar por mi cuello y acabar en mi pecho, donde deleita mis pezones como si de un manjar se tratasen.
Es difícil de gestionar ya que tenemos las mismas ganas de besarnos como de comernos por todo el cuerpo, las ganas que nos tenemos nos hacen desesperar y cuando estamos juntos no podemos contener tanta pasión.
Me quita la ropa rápidamente y me deja completamente desnuda frente a él, ahora ya estoy doblemente desnuda: en cuerpo y alma.
Yo le desnudo poco a poco, disfrutando de cada prenda que quito.
Finalmente, lo tengo completamente desnudo para mí y también me deleito con su cuerpo.
Me pide por favor que vayamos a la cama que quiere follarme como no me ha follado nunca y así lo hacemos.
Me tumba en la cama y abre mis piernas, pone su cabeza entre ellas y me come, me lame el clítoris mientras mete sus dedos por mi vagina que ya le espera totalmente lubricada.
Se coloca encima de mi y me penetra, primero suave, poquito a poco, disfrutando cada centímetro que metía dentro de mi. De cada vez sus movimientos eran más fuertes mientras al mismo tiempo nos besábamos, devorandonos.
Me pide que me ponga encima de él y que sea yo la que mande y así lo hago. Cabalgo sobre él y disfrutamos como locos.
He tenido tres orgasmos y él está a punto de correrse. Me pregunta dónde quiero que se corra y le pido que lo haga en mi boca.
Me llena de su sabor.