Estoy aterrorizada. Tengo 41 años, 5 abortos a mi espalda en el que uno de ellos casi me cuesta la vida, literalmente me desahuciaron y me dijeron que me despidiera por un sangrado interno. Decididmos parar, porque como pareja somos fuertes y ser padres no era nuestra meta en la vida sino ser felices, juntos, separados, con hijos o sin ellos.
Pero ahora que tengo 41 siento que la vida se me acaba. Tenemos buenos trabajos, familias sanas, viajamos, la pandemia nos ha unido más que nunca, compartimos intereses y hoy le he preguntado si le apetecería intentarlo. Yo tengo miedo, pero él estaba blanco y no por ser padre si no por miedo a perderme. Es un riesgo, pero estoy dispuesta a asumirlo pero ¿Es ético? Quiero decir, somos mayores ¿Tendremos fuerza para criarlo? ¿Seremos capaces de entenderle cuando sea adolescente? ¿La brecha generacional será excesiva? Nosotros somos muy modernos en cuanto a gustos, nos llevamos genial con los adolescentes ahora, pero ¿Será así en 15 o 16 años? ¿Tendré ganas y fuerzas para educarlo como se merece?
Ya sé que ni siquiera es seguro que nazca pero me aterroriza morir «joven» y déjalo solo en el mundo o el molestarle durante sus veinte porque tengamos alguna enfermedad.
Ambos tenemos los mismos miedos y hoy, que hacemos 18 años juntos, hemos podido verbalizarlos por primera vez. ¿Estamos locos? ¿Somos muy mayores? Me siento egoísta por soñar con algo que quizás por nuestra edad ya no sea adecuado pensando en el futuro de otro ser humano. Me gustaría que me diéseis vuestra más sincera opinión, positivas o negativas, para ponerlo todo en perspectiva y tóner una decisión.
Gracias por leer…