En primer lugar pido disculpas por la longitud del texto. Es que me gusta explicar las cosas con el mayor detalle posible, dentro de unos límites claro.

Siempre he sido una niña educada y tímida, intentando hacer lo correcto y llevar una buena vida. Exploré mi sexualidad desde bien pequeña pero de piernas para fuera era una santa y no me comía un rosco. Mis complejos y mis inseguridades siempre me han acompañado a todas partes.

Tuve mis primeras dudas con una chica en la adolescencia. Yo sentía algo por su parte y lejos de incomodarme, me gustaba. Nunca pasó nada y la cosa se quedó en esa época. Tras ella, a lo largo de los años apareció otra que me hizo tilín pero que se quedó en el olvido. Tuve mis historias con algún chico y finalmente viví en pareja durante varios años pero tras la segunda chica, mis dudas se quedaron presentes y tuvo que pasar el tiempo para que se fuesen enterrando. Me di cuenta de que tenía curiosidad sexual hacia las mujeres y de hecho si veía porno (sí, soy una mujer y me gusta ver porno, y mucho) me gustaba más el lésbico que el hetero. Siempre intenté restarle importancia, al fin y al cabo, creía que estaría con mi pareja toda la vida y hasta bromeábamos con el tema.
Pero con el tiempo mi relación se deterioró y yo ya no me encontraba, me sentía incompleta. El tema sexual cayó en picado, con un supuesto vaginismo de por medio incluído. Me agobiaba porque lo quería pero lo nuestro ya no era una pareja. Sexo muy escaso y yo sin disfrutarlo apenas, sin ganas, sin deseo, sin nada. Hasta sus besos me producían repelús.
Fui a una psicóloga y ella fue la que me dijo que tenía vaginismo. Me compré unos dilatadores y lo intentaba, pero hasta un tampón me molestaba y al no tener nada de ganas no me salía tampoco intentar nada con él…
Me refugié en una antigua amiga con la que tampoco tenía un trato demasiado íntimo, y le contaba mis problemas para conseguir una opinión lo más objetiva y neutra posible. Ella también estudió psicología y en eso de ser neutra era un hacha. Poco a poco empezamos a hablar y terminó diciéndome que le gustaban las chicas. Yo ya lo «sabía» porque es algo que en ella ya se ve. Y no sé exactamente por qué, le contesté a eso contándole que yo siempre había tenido curiosidad… Con ella siempre he tenido una relación diferente porque no se deja querer, achuchar o cosas así y no sé, es inteligente e ingeniosa y siempre me había llamado la atención su comportamiento en general y sobretodo hacia mí. Es como si me tratase con más delicadeza y mimo que a las demás, y lo notaba.
Los días pasaban y así como mi relación de pareja seguía estancada, con ella avanzaba y cada vez hablábamos más, contándonos chorradas, conociéndonos.
No sé explicar cuándo, pero despertó algo en mí. Había un tira y afloja ahí que no era propio de una amistad y aunque a veces entrase en el juego, no tardaba en recular. Tenía muchos sentimientos contradictorios. Creía que estaba loca, pero al final terminé por contarle que me pasaba algo con ella y para mi medio sorpresa (algo intuía, obviamente) a ella también y desde hacía años.
Mi cabeza iba a toda máquina intentando razonar y entender qué me estaba pasando. No sabía si era por el aburrimiento de mi relación, si estaba confundiendo las cosas, si estaba perdida… Y al final, decidí que no podía seguir mintiéndome y terminé con la vida que creía querer para darle una oportunidad al riesgo.
Y arriesgué. Y aunque al principio todo era muy raro y hasta un poco incómodo, eso dio paso al nerviosismo y a las ganas. Y a que poco a poco las cosas fluyesen. Estoy conociendo una parte de mí que nunca pensé que fuese a ver la luz. Me siento libre en el plano sexual, estoy disfrutando, y del supuesto vaginismo y la sequedad no he vuelto a tener indicios. Mi entrepierna y mi libido han florecido como un campo en primavera. Es como si hubiese encontrado esa pieza del puzzle que me faltaba para sentirme plena en este ámbito. Ya sólo con sus besos me vuelvo loca, es algo que no me había pasado antes.

Todo mi entorno ha tenido un gran cambio con esto y la primera a la que le ha costado aceptarlo he sido yo, pero no me arrepiento de nada. No extraño demasiado a un hombre, aunque es verdad que a veces si estoy yo sola uso mis queridos vibradores porque la sensación es diferente… No tengo muy claro si soy bisexual o lesbiana o qué, pero no me importa. Solo sé que quiero disfrutar de las cosas y que ahora mismo quiero hacerlo con ella. Y eso está genial.

Para mi sorpresa algunas chicas de mi entorno contestaron a mi confesión con un yo siempre me pregunté cómo sería con una chica´´ y cosas así..

Y nada, que me gustaría saber si a alguien le ha pasado algo así porque la chica con la que estoy al principio tenía dudas porque se manifestasen en mí estas cosas a estas alturas de mi vida (24 añitos) y no desde antes… Aunque dudas siempre he tenido.

Y gracias, muchas gracias por haber leído toooodo este tostón! :-)