Hola, Ana:
Te escribo como profe de sencundaria por si te ayudase de algo mi experiencia. Obviamente, cada historia es única y lo de ninguna de nosotras se puede aplicar al 100% a ti, pero espero que te sirva de algo.
Lo primero es que, si de verdad quieres ser profe, estés 100% segura de ello. Esto es vocación pura y dura y, créeme que sin vocación este trabajo se puede hacer muy duro porque lo he visto con muchos compañeros de profesión. Piensa que tratas con adolescentes, hay clases buenas, reguleras y las hay que son el infierno en la tierra, pero tienes que seguir, tratar con 30 personitas con su personalidad, sus sueños, sus problemas y sus necesidades. Es muy difícil, mucho. Necesitas paciencia infinita y, muchas veces, nervios de acero.
Se habla mucho de que cobramos mucho, vivimos genial… El sueldo está bien, pero para lo que hacemos, bien ganando lo tenemos. Son muchas horas de preparar clases, corregir, atender familias… y eso sin contar oposiciones que, básicamente consiste en renunciar a tu vida para estudiar. Eso es lo peor, no poder hacer prácticamente nada porque con el trabajo, el poco tiempo que queda hay que dedicarlo a estudiar. La oposición es muy dura, muy injusta, frustrante y pone a prueba hasta al más fuerte.
En cuanto a la privada, o tienes enchufe u olvídate, además de estar mucho peor pagada y currar el triple.
Con lo que te escribo no quiero desanimarte, pero tampoco que idealices esta profesión porque, de verdad, que es muy dura con todo lo que engloba. Yo, sinceramente, me gustaría poder llegar a casa y desconectar del curro y no tener que estudiar opos o corregir como una loca.
Piénsalo, medítalo bien. Es una decisión importante que al final tienes que tomar tú.
Suerte con lo que decidas!!!