Llegaste a mi vida sin esperarlo, nos alegraste la vida a todos los que tuvimos la suerte de vivir y poder compartir tiempo contigo…
Te detectaron insuficiencia renal crónica cuando iban a esterilizarte con solo 11 meses, 11 meses en los que pisaste distintos veterinarios y todos decían que era normal que te orinaras tanto porque eras cachorro…
Todos estos años tratando desesperadamente de ir frenando la enfermedad y agotar todas las vías posibles, así como el dinero.
6 años que nadie te daba viva y probablemente en otras manos no hubieras llegado pero se pasaron muy rápido y necesito volver a vivirlos.
Siempre supe que viniste a enseñarnos algo no sé el que, pero vuelve para repetirmelo de nuevo.
Nunca olvidaré los últimos meses, ya no era la misma, ni el brillo en tus ojos, ni tu mirada, ni el brillo en tu pelo. S
Te estabas apagando y está vez la enfermedad iba mucho más rápido, estaba venciendo…
Nunca olvidaré la llamada de mi madre pidiéndome que fuera porque la habían ingresado y pensábamos que no salía, salió si, salió, pero solo pudimos disfrutarla una semana más y pude despedirme de ella tras una semana entera sin dormir por las noches vigilando como estaba y si respiraba, yendo de empalme a trabajar…
Pero sobre todas las cosas nunca olvidaré la primera noche de todas en las que iba a dormir y me llamó mi madre diciéndome que estaba convulsionando y ahí justo en ese momento supimos que había llegado el temido momento.
Quisimos dormirla en casa con su familia pero no fue posible, nadie quiso hacerlo, el único consuelo que me queda es haberte acompañado hasta el final y que dejaste de sufrir…
Tú no te preocupes que aquí estamos destrozados añorando tu ausencia, pero hoy ya descansas…
Hoy es un día de mierda más como todos pero al menos ya no sufres…