Bueno, la que se ha liado en casa… Están mi madre y mis tíos que echan humo por las orejas, yo no me he pronunciado porque tengo claro que me caerían bombas, pero ya os lo digo: se lo merecen.
Mi yaya no ha tenido una vejez sencilla, cada dos por tres entraba al baño que tenía ‘prohibido’ porque tiene un escalón y siempre se ha caía en el mismo sitio, hasta que se rompió la cadera y eso ya la terminó de empeorar, no poder moverse, una pandemia, encerrada en casa y sin ser suficiente…
Pues nada, en cuanto empezó a necesitar ayuda de verdad mis tíos y mi madre le pusieron a una señora que es un bombón, la verdad que la trataba con mucho cariño y la cuidaba mejor que ningún miembro de mi familia, así que yo estaba bien contenta al saber que estaba siendo atendida como se merecía.
Falleció en Navidad por el COVID y tuvimos una despedida penosa, de hecho yo repetí mi propio funeral hace nada porque el corazón me pedía que mi abuela se merecía más.
La semana pasada llegó la resolución de sus últimas voluntades… y ¡sorpresa! Les ha dejado a sus hijos el ‘mínimo obligatorio’ por ley y todo lo demás se lo ha dejado a Flor. Los campos, el piso de la playa, 30mil euros…
Os podéis imaginar cómo están todos en mi casa… Yo me río por no llorar, porque parecen hienas de verdad os lo digo. Han denunciado la causa alegando que mi abuela no estaba en su sano juicio, que Flor la coartó seguro… Van moviendo mierda por todo el pueblo y ahora la gente se piensa que Flor es mala persona y que se ha aprovechado de mi abuela, yo fui a hablar con ella hace dos días y le dije que se fuera de aquí, me dijo que se planteaba no aceptar la herencia y yo le dije que una mierda, que si eso es lo que quiera mi abuela nadie tiene por qué quitarle su última voluntad.
No sé cómo acabará todo esto, pero la pobre casi no sale de casa porque todo lo que encuentra allá dónde va es rechazo, el otro día literalmente la señora de la panadería le dijo que en su negocio no se atendía a ladronas (??????)