Hola! Quería compartir con vosotras una historia. Una historia que me trae de cabeza.

Hace unos meses conocí a un chico por Instagram, al principio yo le contestaba por educación y para echarme unas risas con él, pero la cosa fue cada día a más.
Por fotos no me llamaba mucho la atención pero su forma de ser me cautivaba cada día más. Todos los días a todas horas estábamos hablando, literal de verdad. Hasta que me propuso quedar. He de decir que yo de entrada tengo muchiiiiisimas inseguridades, pasé por una relación de maltrato y donde se me machacaba con mi físico día sí día también, pero eso es otro tema. Total que al final me armé de valor, estuve muchas semanas planteandomelo hasta que dije «allá voy». Como primera impresión, el chico no me pareció nada guapo pero yo dentro de mi pensé que Joder, era muy majo y que parecía buena persona. Bueno pues vamos allá.
Nada más verme vino a comerme la boca pero a base de bien, estuvo toda la tarde cariñoso y atento, dejándome caer que quería verme más. Pues cuando llegó la hora de irse a casa, por whatsapp me decía que podría haberse quedado más tiempo para darme besos, preguntándome si yo quería volver a verlo, etc etc. El día acabó bien, yo estaba muy contenta, hasta que llegó el día siguiente. Desapareció del mapa, y hasta dos días después no me dijo qué era lo que realmente pasaba: «no te pareces absolutamente nada a las fotos». Perdón? Os puedo asegurar que si pudierais ver una foto mía y luego me veis por la calle, me reconoceis. Total que yo me puse como un toro y le dije absolutamente de todo. No quedó nada por decir. Hasta hoy que yo me sentía mal por las formas, pero no por el contenido de mis palabras y le He pedido perdón por éste motivo. La conversación era de «no me rayes», «te bloqueo» (x3), «no tengo por qué pedir perdón», etc etc… en fin, que vengo a contar esto porque hay demasiado gilipollas suelto por éste mundo, que las que estamos más rellenitas no somos menos que nadie y que merecemos buenas palabras como todo el mundo. Un besito chicas