Buenos días a tod@s!
Vengo a contaros mi historia, que puede que os guste más o puede que menos, pero es mi historia y no vengo a pedir consejo, sino a contaros una pequeña parte de mi vida, pero desde ahora ya os digo: CREED EN EL AMOR. Por muy mal que os haya ido, por muy negro que lo veáis, el amor de verdad sí existe.
Os cuento, yo estaba en una relación muy tóxica, yo sabía que debía salir de ahí por mi bien físico y psicológico, pero estaba enganchada a él y a esa relación. Él estaba casado, supuestamente muy enamorado de mí y a punto de dejarla (spoiler: nunca la iba a dejar). Conmigo hacía vida de pareja normal, salíamos juntos a cenar, pasaba días en mi casa, salíamos con amigos, etc. Todo iba «bien» con la excepción de que me trataba como el culo. Mis emociones y sentimientos no le importaban lo más mínimo, si discutíamos me decía que me iba a dejar constantemente (me daban crisis de ansiedad que le importaban una mierda), me celaba por todo, no podía hablar con nadie que no fuese él, mis amigas no le gustaban porque o eran unas falsas, o unas putas, o no me querían. Bueno, en realidad, según él, nadie de mi entorno me quería, solo él.

Mi psicólogo me recomendó conocer otra gente, otros chicos, no con la finalidad de tener una relación pero sí para darme la opción de conocer otras personas y poder ir saliendo de esa relación. Un día en mi trabajo, por casualidad y justo antes de salir apareció un chico. Recuerdo perfectamente ese día y la primera vez que lo vi. Estuvimos hablando un ratito, me resultó simpático, pero sin más. Yo estaba haciendo un turno que no me tocaba porque lo había cambiado con mi compañera, pero en realidad yo siempre estaba en el turno de mañana. Unos días después de eso, mi compañera me dijo que un chico le había preguntado por mí, pero que ella ya le había dicho que yo nunca estaba en ese turno, que siempre estaba por la mañana.

Pasadas unas semanas, tuvimos que volver a cambiar el turno y el chico de la otra vez volvió a aparecer. Me comentó que le había preguntado a la compañera por mí y que no esperaba volverme a ver, pero ya que habíamos coincidido de nuevo, me preguntó si podía darme su número para tomar un café algún día. Le dije que sí y al día siguiente ya nos vimos para tomar algo. Me contó que justo se iba a mudar a una ciudad a una hora de la mía, pero que podíamos quedar en contacto para otra vez poder vernos.

Pero después de ese café, tuve que volver a mi realidad, a mi relación toxica. Total, que en medio de toda esa mierda una servidora se quedó embarazada de mellizos. Y el tóxico me dijo que debía abortar si quería seguir con él, si no que me olvidase de él. Yo en medio de todo no sabía muy bien qué hacer, pero decidí seguir adelante yo sola. A él lo mandé a pastar y yo seguí sola con mi vida.

El chico que había conocido en mi trabajo me escribía y me llamaba de vez en cuando para saber de mí, y poco a poco hicimos una amistad. Un día le conté que estaba embarazada y se alegró muchísimo por mí, y me dijo de vernos para tomar algo nuevamente. Fui hasta su ciudad y ahí le conté toda la historia completa, que estaba casi de cuatro meses, que el padre biológico de los niños fue un capullo integral y que sería mamá yo sola. Aún no sabía lo que iban a ser porque la eco de revelación de sexo la tenía en un par de semanas.

Total, que fuimos a los recreativos, jugamos un rato y después fuimos a cenar. Se nos hizo tardísimo y como era muy de noche me invitó a dormir en su casa para no coger el coche tan tarde. La idea era dormir en la habitación de invitados, pero terminamos sin dormir. Fue increíble, pero yo tenía miedo. Fuimos quedando más veces y yo iba muy cautelosa porque lo que menos quería era pasarlo mal en medio del embarazo. Finalmente me dijo que quería formalizar la relación y yo le fui sincera: tenía miedo porque no era una relación normal, yo estaba embarazada de dos.

Me dijo que él estaría conmigo y los niños para lo que hiciese falta, que para él no era un impedimento el tema de los bebés. Me acompañó al resto de las ecos, me cuidó como nadie lo ha hecho nunca en mi vida (y lo sigue haciendo). Y, finalmente llegaron los peques. Niño y niña. Ahora somos una familia de cuatro muy feliz. Del padre biológico no supimos nunca más ni queremos saber. Y, ¿queréis saber lo mejor? Llamadlo Dios, karma, destino o lo que queráis. Pero los peques se parecen a él. Ahora conforme van cogiendo gestos aún más, pero es que físicamente se parecen a él. No os podéis imaginar la de veces que nos han dicho esto. Poca gente sabe la verdad, porque no necesitamos contarle nuestra vida a nadie, pero algún día es probable que le contemos a ellos que papá fue quien puso el amor pero no «la semilla».

El caso es, que de verdad os digo, hay hombres y mujeres maravillos@s en el mundo, por favor no dejéis de creer en el amor, en que todo lo que os merecéis va a llegar algún día. Yo tengo una colección de capullos integrales a mis espaldas y ahora estoy con el mejor hombre y el mejor papá del mundo. Y en pocos meses seremos oficialmente marido y mujer!

Un abrazo loversicers