Así lo siento y así lo digo.
No quiero decir que nuestra relación fuera perfecta antes del coronavirus, pero desde luego ha sido el bicho el que ha dado el estoque definitivo.
Mi novio… bueno, mi ex, siempre ha tenido problemas de ansiedad. Llegó a medicarse una temporada aunque ahora no tomaba nada. Lo iba llevando, yo siempre le he apoyado, y llevábamos ya 2 años de relación afianzada.
Entonces llegó el coronavirus, y volvió la ansiedad. Y al principio con el confinamiento hablabamos cada día y soñabamos con el futuro, pero cuando por fin pudimos vernos él no quiso. No sale de casa (vive con sus padres y le hacen y le compran todo para que él no salga). Solo nos vimos una vez porque yo desesperada me planté en su casa, pero él no quiso salir de su habitación y me habló con la mascarilla puesta y la puerta entreabierta, sin tan siquiera mirarme a los ojos.
Le dije que yo así no podía estar, que tenía que pedir ayuda que la ansiedad iba a cargarse nuestra relación. Pero no reaccionó. Tuve que dejarle aunque le quiero muchísimo porque en realidad no puedo tener un novio al que no veo, que vive obsesionado con que el virus nos va a matar a todos y que no pide ayuda.
Solo quería desahogarme.