Ya me habían avisado dos mamis, era mi primera vez, iba a flipar con el cumple que montaban al niño, pero como todo. hasta que no lo ves, no te lo crees.
De primeras, se hizo en un restaurante, una sala enorme, como para cien personas o así, soy mala calculando espacios y multitudes lo reconozco, pero es que estaba tan alucinada, que todo me venía grande.
Sigo, nos dieron a las madres un regalo a la entrada, una toallita envuelta muy mona con un lazo. Aquello era como en los programas antiguos de la MTV con los quince años o los dieciséis o lo que fueran, esos eran ricos, estos supongo que también, sigo que me pierdo.
La tarta, bueno una de ellas, porque estaban todos los superhéroes representados en ellas, eran como de seis pisos cada una, he visto cosas en museos menos trabajadas y espectaculares.
Cortador de jamón, dj, luces de discoteca, si queréis sigo pero lo mismo os habéis hecho una idea, payasos, yo ya me esperaba un elefante entrando por la puerta con el niño subido encima. Mi hijo flipaba y me miraba, el cumple de su hermano pequeño es dentro de tres semanas y lo mismo estaba pensando en algo parecido…lo lleva claro, nuestro plan era montar una mesa enorme en el garaje, comida y bebida para todos, tartas caseras, que soy celíaca y lo más, unas piñatas y una playlist para ambientar, no es que no esté el horno para bollos, es que me parece innecesario más.
Llamé a mi marido, tenía que ver esto, seguro que algún detalle se me olvida, porque estaba cegada de pomposidades y claro, mi regalo parecía el peor, mi marido se reía en general y de mí, porque el momento me había superado y estaba entrando en crisis de pánico, proponiendo si sería posible que Shakira viniera a cantar al cumple del peque o yo que sé.
Lo mismo esto es lo normal y la rara soy yo por pensar en que los niños simplemente corran y jueguen y coman unas medias noches.