Muy buenas a todas, leo siempre los post pero hasta hoy no había sentido esta necesidad imperiosa de desahogarme por aquí. Os pongo en antecedentes e intento ser lo más breve posible.
Hará ya unos 6 años, conocí a un chico con el que cpngeniamos desde el minuto 1. Yo acababa de pasar una relación bastante complicada y la verdad, el mero hecho de hablar con él a mi me hacía ser otra vez yo, recuperar la autoestima y quererme un poquito más. Podíamos tirarnos horas y horas hablando, cerrando bares, chateando por WhatsApp. Y, como no, tonta de mi me empecé a pillar mucho por él.
Seguíamos quedando con mucha regularidad hasta que un día me lleva a su casa. Estábamos sentados en el suelo, le eché un par de ovarios al tema y le entré. El me hizo una cobra digna de representar en las mejores pantallas de cine y me dice que tiene novia. Mi cara: un poema de Bécquer. Me dice que le encanto, que le gusto muchísimo que soy una tía estupenda y que le gustaría estar conmigo, pero que tiene novia. Que si quiero, me puedo quedar a dormir (a lo que obviamente, le dije que no y me fui con la autoestima por los suelos y diciéndome a mí misma a modo de mantra «eres una ridícula»). Él desapareció y yo hice por no encontrarme ni hablar con él, pero al año siguiente, por circunstancias varias de la vida volvimos a cuadrar una tarde. Era como si nada hubiese pasado, esa chispa seguía ahí, esa mirada que con tanto deseo me miraba, esas frases punzantes y directas a subir mi autoestima seguían ahí. Entre cerveza, risas y confesiones varias, nos besamos (sí está vez sin cobra) me dice que ya no está con su pareja, y que quiere estar conmigo. Era como una explosión de fuegos artificiales. Estuvimos saliendo como cosa de dos meses, hasta que un día desapareció misteriosamente. No cogía mis llamadas, ni respondía mis mensajes… Y gracias a las redes sociales vi que había vuelto con su pareja. Esto no acabó aquí, cada vez que lo dejaban reaparecía y otra vez a empezar. La historia es que yo intento desaparecer, no verle, no hablarn con él y de verdad que sí que lo intento, pero cuando cuadramos que difícil no es (vivo en un municipio muy pequeño) volvemos otra vez a caer. No sé ya qué hacer conmigo misma para cambiar esta situación tan sumamente tóxica. Siento el tostón, muchas gracias por leerme.