Llevo mucho tiempo leyéndoos y han sido muchas veces las que se me ha pasado por la cabeza escribiros mi historia.
Me gustaría qué tuvieseis empatía y no me juzgaseis muy duro.
La nuestra era una relación que empezó en el 2000. Nos conocimos en la universidad. Siempre nos hemos compenetrado muy bien, hemos tenido una vida social con amigas y amigos que nos quieren, salidas, viajes, trabajos que nos permitían ser independientes, y hasta nos compramos nuestra casa. Teníamos una complicidad especial.
Cuando empezamos tenía yo 20 años y el 22.
A los 33 fui madre, de la niña más bonita del mundo, todo seguía sobre ruedas. Éramos una familia donde había amor y no nos faltaba nada.
Cuando mi hija cumplió los seis años, enfermó y nos dijeron que tenía las malditas palabras que tanto me costó pronunciar, tenía cáncer. Nos volcamos, estuvimos 24/7 con ella, pasamos, sobre todo ella, por los tratamientos más duros que podáis imaginar. Fue un tsunami que nos golpeó con todas su fuerzas. Fue tratada en dos hospitales fuera de nuestra ciudad, teníamos ingresos, efectos secundarios, analíticas, pruebas, quimioterapia, bajadas, peques subidas… yo tiré y tiré como nunca jamas imaginé que pudiera. Pero esto te da una fuerza sobrehumana, para tirar palante, indescriptible. Quien lo ha pasado sabe de lo que hablo… él empezó a mostrarse distante, nada que no sea el estar allí como yo, en cuerpo y alma. Los dos dejamos de trabajar. Me sorprendía tanto móvil, pero como estaban todas las familias y amigos pendientes, no le di importancia. Hasta que se que está fatal y jamas antes lo había hecho, miré su teléfono. Él hablaba a diario, constantemente, a todas horas con mi amiga. Amiga de los dos.
Lo que pasó de dar ánimos, veo preocupaciones que le escribía a ella y no a mí. Apodo cariñoso, y un secretismo que no tenia por qué ser así. A mí también me escribían amigos suyos, pero de manera distinta. Hablo con él, me lo negó y negó. Hablo con ella y me bloquea de sus redes y del teléfono. Ella está casada con un amigo común también. Flipo, pero la única meta de mi vida está clara. No tengo tiempo para perder ni un segundo sobre ninguna chorrada, demasiado que saqué un poquito de tiempo para hablar. A él le digo que me molesta esa relación y me dice que no me tengo que meter con sus relaciones, ahí mata, altaneramente, mi petición. Jamás en la vida le he prohibido ni él a mí, ni yo a él que hable con nadie. Él sigue, ya jamas me acerqué el teléfono.
El infierno de tratamientos termina, ha funcionado todo, salvo que durante varios años habrá controles semestrales, removimiento cada vez y esa espada de Damocles que más de una, desgraciadamente sabéis de qué hablo. Después de mi baja médica, me pedí una excedencia de 6 meses hasta que ella volvió al cole, tres años sin ir. Después media jornada porque me era imposible acudir a todas las citas con más horas. Mis ingresos económicos bajaron, a mi todo me daba igual. Quería Salud, recuperación. Esto es una maratón, una carrera de fondo (de años) y no tocar una campaña y se acabó. Pocos meses después de terminarse el tratamiento me deja, la primera vez en 20 años, necesitaba vivir la vida. Y no os cuento dónde fue, porque vaya tela… Perdona??? Yo acaso no? Mi niña acaso no? Habíamos parado nuestras vidas y empezábamos a retomarlas de nuevo. Se va y en un mes vuelve a casa, se instala como si nada.
Y ahí llevamos DOS años. Somos compañeros de piso con mi hija. Se va a comprar un piso, está estudiando el tema económico (yo mientras esperando) Yo cuando acabó el tratamiento, necesité tratamiento psicológico, caí después de haber tirado del carro como una bestia. En estos momentos, vivimos los tres, en casa donde más bien hace poco, lo mínimo. A mí me ha salido un trabajo con jornada completa, aunque un poco lejos, donde puedo ir a todas las citas sin tener que putear o cambiar horarios con mis compañeras. Era mi deseo. Y me llegan información que él está con unas y otras y me duele. Me duele muchísimo. Me duele soltar, nosotros después de lo vivido no somos los mismos, pero yo tengo episodios de ansiedad, intrusivos, me acuerdo de cómo éramos, en pasado. Me autoengaño, me auto boicoteo, lo sé…Vivimos juntos!!!! Y no somos pareja. Y él entra, sale, va, viene. La niña sabe que somos una familia diferente y que hay cosas que hacemos juntas y otras separadas.
Él no estuvo ahí cuando más lo necesité, me ha hecho daño, he sufrido también violencia económica, porque hasta ahora mi situación no ha mejorado. Necesito dar un golpe en la mesa, pero mi autoestima y mis pilares se derrumbaron y estoy reconstruyéndome. Él me dijo la semana pasada que no pongo las cosas fáciles… y siempre me niega todo, todito lo que me voy enterando, jamas ha reconocido nada. Él quiere vivir la vida, yo también, pero sobre todo debo tatuarme en el cerebro que yo no soy la que quiero impedirle vivirla ni que fuese yo la responsable de lo que nos tocó vivir. Mi hija está bien, seguimos de revisiones y pasito a pasito y eso es lo que me da fuerzas para todo. Solo necesito soltar de una vez. Quiero ser feliz y vivir la vida también. Ya va siendo hora. También necesito darme cuenta que me dio migajas durante mucho tiempo y que no me merezco esto.
Si habéis llegado hasta aquí, gracias por leerme. Estoy en proceso de reconstrucción, y me gustarían consejos y apoyos bonitos…. De la mierda en la que estoy ya soy más que consciente… gracias