Reproducimos un testimonio que nos llega via mail:
Siempre he tenido un sueño muy difícil, me cuesta mucho dormir y cuando lo hago me despierto muchas veces. Una de las causas es la cantidad de sueños que tengo, muchos de ellos eróticos e incluso muy pornográficos. En ellos tengo una vida sexual muy diferente de la verdadera, yo soy una chica heterosexual. Aunque me puedo llegar a excitar viendo películas o escenas de lesbianas, pero luego en la vida real no podría llegar a tener sexo con una tía. Entre otras cosas los órganos genitales femeninos no me atraen, pienso en el olor sobre todo y hasta incluso me da asco. Pero no negare que las escenas en las que dos mujeres se acarician y tienen sexo, me ponen a mil.
Volviendo al mundo nocturno, sueño mucho. Mucho sexo, con mujeres con hombres, con gente conocida, y no siempre son sueños placenteros, eso es lo raro. A veces son desagradables, incluso he llegado a soñar con violaciones y cosas así.
Cuando además le sumas que muchísimas veces sueño con conocidos e incluso familiares, luego paso unos días de mucha vergüenza interna y mucho asco.
Sin embargo, de entre esa multitud de sueños hay uno que se repite con frecuencia, y que para mí es muy excitante. En el soy una tía, me acuesto con otra alguien de mi propio sexo, generalmente es un sexo duro, muy agresivo pero consentido por ambas partes. La mayor parte de las veces es en sitios públicos, aseos de restaurantes, ascensores, cocinas. Yo siempre soy dominante, no he soñado con sadomasoquismo pero se acerca bastante. Lo realmente interesante es que tengo pene, si señoras y señores, tengo polla y la se usar muy bien. Sigo siendo una mujer y en la parte de arriba tengo pechos.
La otra persona es una mujer normativa en cuanto a su aspecto físico, quiero decir que tiene órganos genitales femeninos por completo.
En esos sueños, siento que soy yo quien manda, me siento poderosa, mujer fuerte, dominante y muy sexual. Tengo a la otra persona generalmente delante de mí y la penetro siempre por detrás. Es sexo consentido y agresivo con alguna palmada que otra en el trasero, vamos un típico cliché.
Me hago varias preguntas ¿Por qué un cliché tan tradicional e incluso machista me excita tanto?, ¿El sueño expresa un deseo real? ¿Puede significar mi falta de dominio en algunas áreas de mi vida?, ¿Por qué no mantengo mis órganos genitales femeninos aunque sea yo la persona sexualmente dominante?, ¿Por qué tengo pechos y pene?
En este sueño recurrente nuca hay nada desagradable como en otros en los que me despierto agitada, sudorosa, e incluso pego y grito durante la noche.
Aquí todo es agradable y muy placentero. ¿Será que en el fondo hay dentro de mí un deseo oculto de ser un tío? ¿Qué pensáis vosotros?
J. Rinna