Llevo años leyendo como cientos de chicxs cuentan sus dramas, sus historias y sus desamoríos por aquí. Y en muchísimas ocasiones me han ayudado muchísimo, sobre todo siendo una chica de apenas veinte años que carecía de autoestima completamente (y en parte gracias a vosotrxs eso ha ido cambiando). Pero hoy vengo a desahogarme y a expresarme porque lo necesito…
Hace dos años conocí a un chico en la noche más aleatoria de mi vida. Acababa de hacerme un esguince, de terminar primero de carrera y de superar al que fue mi novio tóxico de la adolescia. Todo parecía maravilloso. Salí con mis compañeros de clase a celebrar que habíamos terminado el curso y bueno, le hice gracia a un chico de la discoteca. Estábamos en el reservado de al lado (mis compañeros cogieron el reservado para que pudiese estar sentada ya que iba con muletas) y se sentó conmigo y empezamos a hablar. No fue un flechazo, me pareció un crío (tiene un año menos que yo y yo siempre he sido bastante madura). Y me fui sin despedirme.
Al día siguiente me desperté con un mensaje suyo (no sé quién le dio mi número de teléfono) y de ahí hasta octubre. Estuvimos dos años solo hablando porque a ninguno nos venía bien quedar o simplemente no nos atrevíamos. Hasta que, casi a modo de imposición, me dijo que pasaba a buscarme en una hora. Siempre he sido muy valiente y no me lo pensé dos veces.
Fue la mejor cita de mi vida. Más de siete horas sin parar de hablar entre cervezas. Sentí que conectábamos.
Al día siguiente quedamos otra vez. Y a la semana siguiente. Y la siguiente cita fue en su casa. Hubo polvo, pero fue bastante malo… (no lo tuve en cuenta).
Semanas después volvimos a quedar en su casa, me presenté pero no me abrió la puerta. Tras varias llamadas me mandó un mensaje excusándose con que tenía resaca. WTF.
No he sido nunca rencorosa, pero qué queréis que os diga, me dolió.
Tras un par de semanas sin contestarle a los mensajes apareció en la puerta de mi casa y me pidió hablar. Le perdoné todo, un error lo comete cualquiera ¿no? Volvimos a tener un par de citas maravillosas.
La cuestión es que llevamos un par de semanas limitándonos a hablar esporádicamente por mensaje. Le he propuesto quedar y no quiere acercarse hasta mi casa porque según él está lejos, pero para ir yo no le parece tan lejos… Y terminamos discutiendo.
Y me duele mucho, pero si me duele es porque me encanta. Pero no se puede, y si no se puede es simplemente por el hecho de que no estamos en el mismo punto de nuestras vidas. A mí me costó muchísimo encontrarme, y a él… bueno ni lo ha intentado. Tiene una cabeza increíble pero no quiere estudiar, yo estudio una carrera mientras trabajo y me preparo para entrar en otra y creo que estoy enamorada de él, pero no podría soportar ver cómo se echa a perder de esta manera. Vive de una pensión de orfandad de la que le quedan un par de años ¿y luego?
No soy capaz de decirle que no quiero intentarlo porque lo que sentimos es mutuo pero siento que está perdidísimo en la vida y no tengo las fuerzas necesarias para intentar guiarle.
No sé qué hacer.
P.d. Lo siento por la longitud…