Cada persona es un mundo, y en este sentido tu novio puede ser un gay o bisexual de clóset, o, como es mi caso, puede ser simplemente un heteroflexible morboso. En mi caso tengo novia y vivo con ella, y sentimentalmente la quiero, pero en materia sexual necesito el porno gay para entonarme. Lo bueno es que ella lo sabe y me satisface, así que somos felices y llevamos una vida sexual muy intensa. Ella me deja elegir porno gay para ver juntos, ella es la que me penetra con un strapon, y como quedo tan extenuado y me corro tanto tras cada sesión de pegging, pues vemos juntos porno gay y yo la penetro sin que ella se haya quitado el strapon porque así me imagino que me estoy follando a un chico. Todo es puro morbo y fantasía gay, pero a ambos como pareja nos funciona. Comparte con tu chico sus fantasías gays a ver si os funciona como a nosotros.

Si necesita ver porno gay para poder acostarse con su novia, malamente.

Ana, eres un poco retrógrada, ¿no te parece? Hoy en día no todas las relaciones chico-chica se basan en roles tradicionales. Yo busqué a mi actual novia en un foro de contactos, y lo que buscaba es una chica que le gustara el porno gay como a mí y que le gustara asumir el rol de activa en la relación, y cuando digo activa me refiero también en la cama. Así es que ella es la que me penetra a mí, con un dildo doble, para también disfrutar ella, pero a todos los efectos ella actúa como si fuera el tío en el acto sexual. Por supuesto, a ambos nos excita el porno gay y es el único porno que vemos para ponernos a tono. Espabila que estamos en pleno siglo XXI y los roles cambian con los tiempos.

Martina, estás confundiendo cosas. El bisexual se siente atraído por hombres y mujeres indistintamente. El heteroflexible (mi caso) sólo se siente atraído por mujeres y no siente atracción sentimental alguna por hombres, sólo en casos concretos puede haber una atracción sexual hacia alguno.

Claro, por mucho que se le llame de una manera, es como tú dices. Magnífico argumento. Pues verás, no es así por más que te emperres, cada cual sabe lo que es y lo que le gusta o deja de gustar, ¿no te parece? Y los nombres a las cosas no se los pones tú.