Os escribo ya desde la desesperación.
Hace unos meses largos que empecé a tener mucho estrés, mucho trabajo y comencé a cagar mucho.
Al principio me encontraba normal, no era consciente de lo que estaba pasando, ya que hace mucho tiempo que no me peso por salud mental. Hasta que de un tiempo para otro me empezaron a quedar olgados los pantalones.
El estrés crecía y mis cagaleras más, así que, desesperada ya, acudí a mi médica de cabezera, que me hizo los pertinentes análisis y pruebas que determinaron que estaba todo correcto. Ninguna intolerancia, ni bacterias ni nada que se pudiera determinar a nivel análisis. Así que mi doctora me comentó que lo más probable es que lo mío fuese colon irritable.
Dicho esto y con la losa que supone cagarme sin previo aviso, viene la parte dos. ¿Has adelgazado?, te veo muy guapa. Y es que sí, amigas. Mi entorno se empeña en recordarme día tras día que estoy mucho más guapa ahora, con 60 kg y no con casi 70. Que menudo tipo, que menudas facciones…
Y a mí estos comentarios de mierda lo único que hacen es recordarme por la mala época e estoy pasando y que la gente es imbécil al preferir el físico por encima de la salud y al presuponer que estoy en mucha mejor forma que antes, cuando estaba más gorda (que, spoiler, hago el mismo ejercicio, ninguno).
Pero, sin duda, lo que peor llevo es cuando estos comentarios me hacen dudar y me crean un falso halo de felicidad porque están alabando mi físico, originando un refuerzo positivo en un cuerpo donde solo hay cansancio y mierda (literalmente). Que menos mal que me dura poco y no me dejo llevar por esos comentarios que «»alaban»» mi cuerpo.
En definitiva, dejad de comentar los cuerpos de las otras personas, porfavor os lo pido. Decirle a alguien que está mejor ahora que está más delgado es gordofobia interiorizada y, realmente, no sabes el contexto que ha llevado a esa persona a tener ese peso.
Con todo esto siento la turra, solo necesitaba desahogarme porque es algo que me está lastrando.