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SOLA

Estás sola, así en letras grandes y enormes, como título. Estás sola y lo sabes, o lo piensas, o lo ves y no quieres reconocer. O te lo repiten constantemente, muchas personas, directa e indirectamente. Parece que necesitaran decírtelo. Que estás a miles de kilómetros de tu tierra, pero que nadie te va a querer. Sin nadie que te tire del brazo y te diga venga necesitas una amiga tomemos café. Te sientes mal aquí estoy yo para estar contigo. A veces pienso que el problema realmente lo tengo yo.

Pueden pasar años y años, pero no siento que las personas me quieran o me valoren. Nadie ha llegado a quererme, es así de claro. Y no sé si para alguien realmente he sido tan especial como para decir amiga estoy por ti, te hace falta algo, te sientes mal, no. Simplemente estás sola.

Lo usan como cuchillo o dardo envenenado, o como título de una canción. Sin importar el dolor que cause, cuando también están solos o solas, pero han de recordar primero que quién está sola eres tú.

Sola, cuando nadie te mira, ni te observa.

Sola cuando piensas quién va a mirarme.

Sola cuando haces todo y mil cosas y nadie lo valora. No opines, que no nos interesa.

Sola cuando hablas con alguien que bosteza cada vez que le comentas algo.

Sola cuando te sientas sola a ver algo que te guste porque a nadie le interesa.

Sola cuando sus chistes van hacia ti.

Sola, cuando bromean con tu acento, con tu ropa, con tus gestos.

Sola, cuando dices que te gusta, y se ríen.

¿Pero acaso no ha sido siempre así?

¿Sabes lo que son las personas que te ponen límites? Que te digan que no me quedo porque tengo planes.

Escuchar como quedan en grupo sin contar contigo, que hacen sus planes sin importarle que puedas sentir, y dentro de esos planes no estás tú. Otra vez vivirlo. ¿Hasta cuándo me dolerá es mi pregunta?¿Si ya me lo han hecho mil veces? ¿Es que no aprendo?

Estás sola, puedes sentir, amar, querer, necesitar, desear, parece que estuvieras muerta en vida. Porque quieres y sientes, pero no te rozan.

Es como si por tener una edad ya fueras un número inexistente.

Caminas, haces los horarios, vas y vienes, la ciudad se mueve a tu paso, a su ritmo. No formes parte de ningún grupo, porque aunque estés dentro no eres nadie para muchos de esos grupos. Eres un nombre más o incluso ni un nombre. Mi rol es SOLA.

¿Alguien te pregunta? No, porque no le importas.

¿Ven cómo te sientes? No, porque no le importas.

Tienes hijos, tienes familia, amigos en la distancia, tienes personas que vas conociendo. Pero pienso ¿en tantos años no significar ser alguien importante para alguien?

Sino que ves que se alejan, se marchan, se importan entre ellos, pero tú no. ¿Por qué? No lo sé, algo habrá en mí para que no quieran apreciar o sentirme como su amiga. Algo pasará cuando no dicen ¿Vienes al café? No porque en su frase a otra persona va implícito que tú no eres ya importante. Sólamente estás ahí como un muñeco que se mueve al viento, sin pensar, nadie te mira. Nadie te ve quizás. Te deshaces en trocitos de lágrimas, bajando por la calle pensando ojalá nadie me vea ahora, por qué me dejé las gafas de sol en casa. Y sólo deseas llegar a casa, abrir la puerta y cerrarla y llorar en tu soledad. Me haré yo mi propio té.

Quizás cuando acabe de escribir todo esto, pasado un tiempo piense al leerme, estos sentimientos tenía dentro… Caóticos, sin saber expresarlos, soltándolos, vomitándolos en este papel. Llorando mientras, porque en definitiva a día de hoy me siento SOLA. Y nadie lo sabe, o se da cuenta, pero sí me lo recuerdan constantemente con sus frases, o sus ausencias, aunque esté en compañía.

Susanna G.J.