La verdad es que no sé ni cómo empezar a escribir sobre todo lo que me está sucediendo, pero lo intentaré.
Hace tres años, conocí a mi pareja actual en Ámsterdam. Él, originario de Camerún, tiene 31 años; yo, por mi parte, tengo 29 y soy española.
Él es, sin exagerar, un Adonis: mide 1.97 metros y posee un físico impresionante, además de ser extremadamente guapo.
Siempre me consideré una chica con autoestima alta y sin inseguridades o celos, ya que me siento atractiva según los estándares de nuestra sociedad occidental y mis relaciones pasadas fueron bastante sanas. Mi chico me trata maravillosamente bien, como nunca antes me habían tratado.
Sin embargo, el problema soy yo. Mi chico, además de ser muy guapo y varonil, es sumamente inteligente y carismático. Cada vez que vamos a algún lugar, noto que otras mujeres lo miran o intentan hablar con él. Al principio, esto me causaba gracia, pero ahora se ha convertido en un martirio y una pesadilla. Incluso en eventos de su empresa, percibo miradas lujuriosas de sus compañeras hacia él, y en todos los lugares a los que vamos juntos, esta situación se repite. Incluso mis amigas comentan constantemente sobre su atractivo, lo cual me molesta. Su presencia llama mucho la atención, y aunque él no lo busque, esto me agota.
Hace dos meses, durante unas vacaciones en el Caribe, exploté. Estábamos en la playa y él llevaba un bañador que resaltaba su físico (tiene unos pectorales y abdominales impresionantes, y también el miembro viril muy grande), cuando unas chicas inglesas se le acercaron para pedirle fotos. Reaccioné de manera histérica, gritándoles que se fueran. Mi novio intentó calmarme, pero mi ansiedad era evidente. Nuestra relación, que comenzó como un cuento de hadas, se está convirtiendo en mi peor pesadilla.
Estoy considerando terminar la relación porque mi salud mental se está deteriorando rápidamente. Nunca imaginé que estar con alguien tan maravilloso en todos los aspectos me haría sentir insignificante a su lado. Aclaro que él no me hace sentir así, todo lo contrario; él piensa que soy una especie de diosa española, como suele llamarme. Pero estoy cansada de sentirme anulada cuando estoy cerca de él. Incluso hemos hablado de ir a terapia de pareja, ya que él ha llorado diciendo que no quiere perderme.
Por favor, aconsejadme, ¿qué debería hacer? Gracias y besos a todas, reinas.