Hola¡, veréis, tengo un lío mental de la leche y necesito otros puntos de vista, así que, allá vamos, se viene una buena historia…
Soy una chica de 20 años sin apenas experiencia sexual (besos y preliminares). Es algo que a veces me incomoda (sobre todo en jueguecitos como el ‘’yo nunca’’), pero nunca ha sido un tema que me haya obsesionado. Nunca he esperado al amor de vida, o al indicado, o una pareja estable, para perder la virginidad, nada de eso. Más bien supongo que todo este tiempo he estado esperándome a mí, a que fuese algo que realmente me apeteciese probar. »El apetecimiento» heavy llegó hará cosa de un año, al cumplir 19, pero no había aparecido nadie que me gustase lo suficiente (añadir que soy una chica a la que le cuesta muchiiiisimo que le guste alguien, acepto que tengo las expectativas bastante altas).
El panorama cambió radicalmente hace un mes, cuando de fiesta conocí a un chico con el que sentí atracción al instante. Fue mutuo. Flipé mucho conmigo misma, porque nunca nadie me había llamado tanto la atención y gustado tantísimo sin apenas conocerle. El chico es unos años mayor que yo, muy de rollito hippie, claramente atractivo, de esos súper experimentados en la vida y que han viajado por todo el mundo. Sinceramente hasta llegué a pensar que era demasiado ‘’guay’’ para mí (en fin, a mi inseguridad le encanta aparecer). Conectamos sin esfuerzo. Al final de la noche nos enrollamos. Y jolín, no quería darle importancia, pero no podía sacarme al chico de la cabeza. Desgraciadamente, como todas las historias tienen su drama, resulta que él vive en la otra punta del país. Acabamos mensajeándonos días después confesando que se nos quedó corto y que sería guay volver a vernos. Hace unas semanas me escribió invitándome a pasar unos días con él en su ciudad este verano. Creo que casi me desmayo. Quiero aclarar que el chico es el típico vive la vida y cero compromisos. Pero qué coño, yo también quiero vivir la vida, y resulta que él me atrae muchísimo así que pensé ¿Por qué no? Pues bien, aquí entra en juego mi virginidad.
Siendo realistas, por cómo me besó y me tocó, se nota que tiene experiencia. Siendo aún más realistas, es probable que este chico tenga unas expectativas de lo que va a ocurrir entre nosotros esos días. Así que mi cabeza no para de repetirme que qué vergüenza, que él esperaría una cosa de mí que no voy a darle, que sería decepcionante para él e incómodo para mí. Estoy muy obsesionada con el tema. Y jolines, no puede evitar pensar que en parte tienen razón. Ya no sólo por él, si no por mí. Me da mucha vergüenza confesar esto, pero me estoy planteando salir por ahí y buscarme a un follamigo que me enseñe todos los trucos sobre el sexo, jajajaja, enserio. Estoy hecha un lío. Por una parte veo coherente el querer explorar antes, y así cuando me vea con este chico, estar ready para disfrutar del todo, sin presiones ni rayadas. ¿Me estoy forzando? ¿Me estoy obsesionando? No sé, ¿Qué opináis?, sé que soy de las que con una grano de arena forman tres montañas…