Hace años que conozco a este chico, y bueno, follamigos siempre. Sobre noviembre decidí hablarle para ver si podíamos «avanzar» por así decirlo. Vernos más y hacer más cosas fuera de la cama. Pues él aceptó sin problema alguno. Yo pensando que todo iba a ir genial después de eso y PAM, todo lo contrario. Desde entonces le he visto dos VECES en los últimos 4 meses. Y ambas para lo de siempre.
El caso, en estos meses que os he dicho, las veces que le he hablado para cenar siempre me dice: si si claro genial. Y al final NUNCA se hace nada. Siempre le digo que de verdad, si no tiene ganas o no le apetece que me lo diga, que prefiero eso a que me deje tirada. Y siempre me hace lo mismo, dice que si que si, que le apetece, y en cuanto llega el día PAM. Excusas, excusas y más excusas. No me mosqueo porque me digan: oye mira no me apetece quedar hoy va? Vale genial, sin problema! Lo que si me molesta es que me traten de imbecil y me dejen tirada. ¿Por qué no es capaz de decirme que no quiere y ya? Le dejé claro que si solo quería follar y ya que no me importaba, y él aceptó a conocerme más. ¿Por que actúa de esta manera? Es que no lo entiendo. Esta última vez ya ha sido la que más me ha mosqueado. Hablamos para quedar cierto día, y todo genial, hasta que me dijo: recuérdamelo el día de antes. Cosa que hice sin problemas. Bueno, ¿sabéis quién me contestó verdad? Él no. Así que ya me quedó bien CLARO que no quedaríamos al día siguiente y que no se dignaría ni a contestarme. Bueno, pues el día siguiente al que habíamos quedado, para mi sorpresa, me envía un mensaje por la mañana (que era un capullo y que se había quedado sopa al llegar a casa). ¿A que viene ese mensaje? Tal vez ya sea paranoia pero me sentó fatal, como si ese mensaje lo hubiera enviado para no aparentar ser «tan capullo por plantarme» y poner una excusa de MIERDA por si para la siguiente vez que a él le apetezca un polvo rápido, yo esté ahí atenta a su llamada.
Siento la Biblia, pero es que me tiene la cabeza loca ya. Se que por su actitud no le importo lo más mínimo y no le gusto para más que un polvo ocasional. O por lo menos esa es la sensación que tengo. ¿Pero por qué no es capaz de decirme la verdad? ¿Por qué actúa así siempre? Y ese mensaje al día siguiente… ¿os ha quedado TAN claro como a mí que era para «mantenerme en las opciones abiertas para cuando le pique el nabo»? ¿O es que ya estoy hasta el coño y todo me sienta mal?