Soy de las personas que no se enamoran del físico, sino de los sentimientos (ya sea hombre o mujer). La cuestión es que hace unos meses comencé a platicar con un chico que se volvió muy cercano. Físicamente no es muy lindo (ojo con este dato), pero me encantó y ahora es mi novio, pero siento que apenas comenzamos la relación todo se fue al despeñadero. Al principio me trataba muy lindo, pero se volvió muy posesivo y paranoico. Soy más de tener amigos varones y con todos se lleva mal. Ellos son muy respetuosos conmigo, tanto que no me han comentado que mi novio es muy grosero con ellos, por eso no se me acercan mucho cuando estamos juntos. Lo mismo pasa con dos de mis amigas.
He comenzado a agarrarle manía a mi relación, comenzando a ver defectos que antes no veía en mi pareja. Como por ejemplo, que coma con la boca abierta, que sea odioso con los niños, o no tenga mucha educación con las personas.
Cuando le dije que quería terminar me amenazó con que jamás volvería a verlo en vida (me insinuó que quería suicidarse). Además de sacarme en cara todos los favores que me ha hecho (y nunca le pedí, pero no me iba a negar por obvias razones). Me dijo también que no valoró sus sentimientos, que solo pienso en mi familia, trabajo y amigos, cuando debería estar por y para él, que todas las mujeres bonitas son así de aprovechadas.
Soy muy consciente que el es muy inseguro con respecto a su apariencia, siempre trate de hacerlo sentir mejor y valorado, pero hay un tiempo que una se harta, sobre todo cuando esa inseguridad se exterioriza en ira contra los demás. Muchas veces me hizo sentir muy mal cuando me arreglaba en nuestras citas (ya que yo no suelo arreglarme mucho porque trabajo en una finca). Una vez me dijo que la caca de caballo olía mejor que lo que me echaba encima.
Aquí es donde me pregunto ¿la apariencia da garantía de algo? ¿Que te traten bonito al principio es garantía de una buena relación?
No sé que hacer la verdad.