¿Que pasa cuando después de nueve años lo dejas con tu ex? Pues que te quieres comer el mundo y ¡lo que no es el mundo! Y eso fue lo que me pasó a mí. Todo empezó cuando salí de fiesta con mis amigas, estábamos en el bar del novio de una de ellas. La música estaba bastante bien y las bebidas nos salían más baratas, ¿qué más podíamos pedir?
Yo estaba dándolo todo en la pista de baile, cuando vi que un chico vestido de negro, no dejaba de mirarme. Y ahí salió la mujer que llevaba dentro,yo poderosa, sintiéndome deseado por esos ojazos que me prometían más de un orgasmo.
Veo que el chico poco a poco se va a cercando a mí, me cogió por la cintura y me dijo que me iba a tener que echar de allí por escándalo público. Me separé de él y me fije que era el vigilante.
Al cabo del rato cuando acabó su turno, el novio de mi amiga nos presentó y se unió a la fiesta. Los dos estuvimos charlando, riéndonos y comiendo nos con la mirada. Vaya que lo que queríamos era echar un polvo y pasar un rato muy divertido. Pues dicho y hecho, nos fuimos de allí, cogimos su coche y nos fuimos a un mirador. Porque sí, porque a las tres de la manaña nos pareció buena idea ir hasta allí para follar.
Todo iba bien, besos por allí, una camiseta por allá… Pero a la hora de meterse en faena, no tenía ni idea. Empezó a buscar un agujero donde no lo había. A mi me daba la sensación de que lo único que quería era meterla, correrse y listo.
En fin, viendo la situación, me puse encima de él y me la metí del tirón, fue un momento muy agradable la verdad.
Justo cuando yo estaba llegando a lo más alto, vaya que casi veía el cometa Haley,la saca del tirón y me dice que no puede, que no para de pensar en su ex. ¿Hola? Osea estoy cachonda perdida con todo el papo mojado y tú me hablas de tu ex.
Pues la situación fue a peor cuando yo no encontraba mis braguitas y el se pone a llorar.
Nos fumamos un cigarro, sinceramente no sabía que decirle, estaba en shock.
El camino a casa fue incómodo, el me pedía todo el rato perdón y yo al fin y al cabo en parte lo entendía.
Cuando me dejó en casa, lo único que pude decirle fue que tardará en irse el dolor cuando empiece a dejar cosas que ya no le hacen bien.
Asique dicho esto me baje del coche, muy digna yo y cachonda como una perra y me prometí que esa noche tendría un orgasmo.
¡¡ Y joder que orgasmo!!