Mi historia comienza hace dos fines de semana. Como muchas de las que leemos esta página a menudo, soy una chica gordita, o bueno… gorda, pero ante todo contenta con mi cuerpo. Me encuentro en un momento de mi vida en el que me siento bien siendo independiente en todos los sentidos y no quiero embarcarme en una relación seria, pero una tiene ciertas necesidades que es mejor cubrir acompañada.

La cuestión es que, después de casi un año de abstinencia involuntaria y de lamentarme por las esquinas de que no encontraba a quien tirarme, el otro día en el autobús de camino a casa venia ojeando la página y di con el post de perradesatan de que follar es cuestión de actitud. Entonces tuve una epifanía y, aprovechando que era viernes y el sábado libraba, me dije a mi misma: “¡¡Pues que c**o, hoy f****s!!”.

Para ponerse un poco más en situación, he de decir que actualmente estoy viviendo en Inglaterra, por lo que a los problemas habituales para ligar hay que añadir los problemas del lenguaje. Aun así yo salí de mi casa desprendiendo toda la “fuckability” que podía y dispuesta a acabar con alguien en mi cama… y no os lo vais a creer pero ¡¡FUNCIONÓ!! (gracias eternas perradesatan).

Acabé yéndome a casa acompañada de un chulazo que aún a día de hoy no me lo creo y que además no se escapó de mi cama en mitad de la noche (sorprendentemente). A la mañana siguiente, después de un par de horas de conversación en la cama (que para mi gusto son las mejores conversaciones) y de hacerme reír mucho, se marchó prometiendo que me hablaría al whatsapp….

Al día siguiente cumplió su promesa (no salgo de mi asombro) y seguimos hablando todos los días. El jueves siguiente volvimos a quedar, nos tomamos unas pintas, hablamos mucho de todo y de nada, y de camino a mi cama casa le pregunté qué buscaba él exactamente, que por mí si solo buscaba un par de polvos estaba bien, a lo que me respondió que no sabría decirme, porque no busca nada en concreto, que ya irá pasando como tenga que pasar…

Ayer volvimos a quedar, pero esta vez directamente en mi casa porque no teníamos mucho tiempo antes de que volvieran mis compañeros de piso… aun así estuvimos hablando un buen rato, de todo, de gustos, de aficiones, del trabajo, de nuestras familias…. Y riéndonos. Nos reímos mucho… y cada vez que sonríe no puedo evitar contagiarme yo también.

El problema de todo esto es que de repente yo, la chica independiente que no quiere una relación seria, me he encontrado a mí misma esta mañana poniéndome música romántica y descubriendo que no puedo dejar de pensar en él… y me da miedo, porque no quiero pillarme por él sin darme cuenta y que después al final se quede en nada y salir herida una vez más. Es por eso que he decidido ponerlo aquí para pediros consejo, porque como también os pasa a muchas, nuestras amigas son eso: amigas y ya sabemos lo que nos van a decir.