A ver, cuando se es joven, que no tienes muchos recursos, y alguien te invita a su piso compartido que te da esa libertad de salir de tu casa, tener un sitio donde hacer fiestas, trasnochar… pues bueno, que mola y comprensible que se quede, pero claro, ¿tiene que ser en su cama? pues también es normal que a ti no te guste un pelo…
Si es algo que no te gusta, háblalo con él, no se lo prohíbas, pero hazle ver que te incomoda y pregúntale que qué le parecería a él que tu durmieras en la misma cama que otro chico cada poco. No es lo mismo dormir con otra persona teniendo pareja que no teniéndola, y más cuando a tu pareja no le hace gracia, no porque pueda pasar algo, si no porque hay que tener en cuenta los sentimientos e inseguridades de la pareja (responsabilidad afectiva lo llaman), y si no se tiene, pues mejor estate soltero… Vamos, que yo tengo claro que si dormir en la misma cama que alguien causa inseguridad en mi novio, no lo hago porque no quiero que repercuta negativamente en mi relación… y no tiene nada que ver con un tema de celos o desconfianzas, si no con los valores de cada uno y el respeto a los mismos. Hay gente más liberal y gente más conservadora, y ninguno de los dos extremos son malos siempre que haya respeto. Y si al final, esas restricciones que nos autoimponemos por contentar al otro son demasiado para nuestra forma de ver la vida, pues será que estoy con una persona que no tiene mis mismos valores y por tanto somos incompatibles.
No se trata de imponer al otro que haga o deje de hacer lo que a ti no te gusta, si no de llegar a acuerdos que os hagan sentir cómodos a los dos. Que ahora parece que por no quedar de celosas y controladoras, vamos a tener que permitir en nuestra relación cualquier cosa nos haga sentir mal y que nos parezca una falta respeto.