Esta historia es bastante larga, así que intentaré resumirla.
Hace unos 13 años me divorcié de mi primera esposa, estoy convencido de que fue la mejor decisión para mí.
Un par de años después de mi divorcio, conocí a través de una aplicación de citas a quien ahora es mi actual esposa.
Al principio de la relación, me pareció alguien con un carácter muy apacible y eso me gustó mucho ya que, era totalmente distinta a mi ex mujer. La relación siguió avanzando y en pocas semanas empezamos una relación más formal.
Así fue como fui conociendo a su círculo social y familiar, la verdad me gustó bastante su origen y el grupo de amigas que tenía, al menos al principio.
De igual manera yo le presenté a mis amigos y a mis padres y lo más importante, a la hija que tengo con mi ex mujer, algo que no había hecho con ninguna de las mujeres con las que salí antes de estar con ella.
Todo parecía ir bien y un día la acompañé al ginecólogo en donde, luego de revisar unos estudios, el médico confirmó la historia que ella me había contado: no podría tener hijos, a menos que se sometiera a un tratamiento de fertilidad. Si soy sincero, eso no era algo que me molestara, en realidad me gustaba la idea de no tener más hijos. Sin embargo, comprendía que ella quería ser madre.
Al pasar solo unas semanas, comprobamos que estaba embarazada y esto cambió el tono de la relación. Así que, decidimos casarnos.
Durante los preparativos de la boda en una ocasión, me prestó su computadora para que hiciera una presentación que necesitaba para mi oficina y en el proceso, llegó un mensaje de Facebook de una de sus amigas. Tengo que reconocer que me ganó la curiosidad y quería ver qué tipo de conversación tenía ella sobre mí con sus amigas, así que en pocos minutos llegué a un fragmento en el que hablaba de mi y descubrí unos mensajes en alemán, ya que yo no hablaba alemán en esa época, no comprendí todos, pero hubo uno que entendí completamente: “Danke aber nicht danke” un comentario que seguía a uno en español en el que decía que yo no le gustaba lo suficiente y que sentía que estaba perdiendo la oportunidad de estar con alguien que si le guste.
En ese mensaje descubrí también que había un tipo en la oficina con el que había tenido que ir en su coche a una reunión… años después descubrí que se trataba de un tipo con el que se acostaba antes de conocerme.
Como este fragmento estaba fechado en la semana en las que nos conocimos, no le di mucha relevancia. Después de todo, ya estábamos esperando una hija y nos íbamos a casar…
Los primeros meses de matrimonio fueron muy buenos, ninguna pelea, ninguna escena, nada de celos. Es decir, era totalmente opuesta a mi ex mujer y eso me gustaba mucho.
Sin embargo, todo cambió cuando parió y en unos pocos meses, empezó a salir con sus amigas un par de veces al mes en sus “noches de chicas” en las dos o tres primeras ocasiones no dije nada, aunque me molestaba, pero luego empezamos a discutir sobre esto ya que me parecía que si ya estaba casada y tenía una hija lactante, era absurdo que pensara que podía mantener una vida parecida a la de soltera.
Su respuesta siempre era que yo era un inseguro y que no debería ser así ya que, ella no hacía nada malo en esas fiestas con sus amigas.
Eventualmente, dejó de salir tan seguido, para evitar discusiones.
Las cosas empezaron a complicarse, cuando en una ocasión, luego de dos años de matrimonio, en la casa de la que era su mejor amiga, un día ella (su amiga) le tira un comentario que a mí me dejo perplejo.
“Cuando me divorcié yo me desboqué un poco, pero jamás llegué a ser tan puta como tú eras”
Evidentemente, ese comentario hizo que tuviéramos nuestra primera pelea grave, ya que en ese momento me enteré quien realmente era la mujer con la que me había casado.
Ella mantenía que su amiga era una estúpida y que hablaba sin pensar y que no era verdad lo que decía.
Le dije que no me gustaba lo que había dicho y que eso había afectado mi confianza en ella y que desconfiaba de su fidelidad.
Me dijo que revisara sus redes y teléfono, me los entregó íntegros y empecé a revisar esos mensajes, y encontré mensajes con un ex novio y con un batallón de hombres, pero ninguno que implicara algo extraño o comprometedor.
Le dije que no me gustaba que converse con tantos hombres y peor con los que había tenido sexo antes y bloqueo al exnovio, asegurándome que los demás eran todos personas relacionadas a su trabajo y actividad profesional.
Las cosas se calmaron por un tiempo, pero de vez en cuando, aquella amiga seguía generando problemas, incluso había ocasiones en las que me nalgueaba y lo hacía en frente de mí mujer, yo siempre de dije que no le gustaba su amiga, sobre todo después de aquel comentario. Al final un día discutimos con el marido de esta mujer por ese tipo de comportamientos y nos alejamos de ella.
Pasaron un par de años más y nuevamente quedó embarazada, tuvimos a nuestra segunda hija y nuevamente descubrí que hablaba por mensajes con un sujeto con quien antes se acostaba, discutimos y lo bloqueo.
La confianza estaba ya quebrantada y hace como un año descubrí unos tweets de hace varios años atrás (2015) de un sujeto que le escribía siempre con doble sentido, haciendo alusión a una mamada. Cuando le pregunté que sucedió negaba todo. Sin embargo, yo ya no confiaba en ella, así que seguí buscando y encontré varios mensajes a lo largo de los años con ese tipo de intención de parte de ese tipo, todos mensajes públicos y la mayoría correspondidos por ella, con caritas y cosas por el estilo.
Eso hizo que tengamos una pelea tremenda y reconoció que había hecho oral con ese sujeto varios años antes, antes de empezar la relación conmigo. La cosa empeoró cuando le pedí que me dejara ver las conversaciones privadas con ese tipo y en esta ocasión, pues las había borrado de todo lado.
Ella jura que fue por miedo y que no pensó lo que estaba haciendo y que ese tipo nunca representó nada para ella. La verdad me siento bastante estúpido escribiendo todo esto, ya que me parece obvia la respuesta pero, qué creen ustedes?