Hola a todas,
Acabo de descubrir este foro y vengo a desahogarme y a ver si encuentro a alguien que esté pasando o haya pasado por lo mismo.
Rozo los 40 años y mi madre no llega a 70. Siempre la he adorado, es un ser de luz con un montón de amigos y el gran referente de mi vida. El pilar de mi familia.
Hace 17 años le diagnosticaron cáncer y desde entonces lleva en tratamiento. Hace 12 le vieron por primera vez metástasis y en ese momento jamás, ni por un segundo, pensé que viviría todos estos años con tanta calidad de vida, que sería abuela, que conocería a mis hijos y me ayudaría con ellos. Para mi cada día de estos 12 años ha sido un regalo y eso que al principio lo pasé muy muy mal y me aísle de los que entonces eran mis amigos. He recuperado algunos y he formado una familia y pensaba que si llegaba el momento de que la enfermedad volviera a golpear más fuerte estaría más preparada, pero se ve que no es del todo así.
Me cuesta todo horrores, sobre todo ir a trabajar. No me concentro. Es como si no me interesara y se me olvidan las cosas. Sobre todo cuando tengo que hablar con alguien, no me apetece. Mis jefas los saben porque una compañera hace poco me preguntó qué tal y se me saltaron las lagrimas y se lo dijo a ellas. Siempre me he llevado bien con todos mis compañeros y mis jefas se muestran comprensivas, pero claro tener a alguien que funciona al 50% en tu equipo…en verano aguanté el ritmo para cubrir vacaciones de mis compañeros y hacerlo bien, pero en septiembre con la vuelta de todos y más malas noticias de mi madre como que me ha desinflado.
A veces es como si hasta quisiera que me echaran para no tener que hacer este esfuerzo tan grande de ir a trabajar. He pensado el reducirme la jornada y así que el esfuerzo sea solo 4 horas, pero claro mi madre no quiere eso y tampoco se muy bien que haría el resto del tiempo. Probablemente llorar o buscar una cura que no existe. Ella no me quiere pegada a su lado, aunque al final es donde mejor estoy.
Afortunadamente con mis niños soy más funcional, aunque también me cuesta pero no es lo mismo. Por la noche si me desvelo y alguno ha venido a mi cama le abrazo y me da mucha paz. Me gustaría ser un buen ejemplo para ellos.
Probablemente sean años, pero pocos y cada vez peores, los que la voy a tener aquí y por eso estar en la oficina me resulta como perder el tiempo. No sé cómo se gestiona ésto, no sé cómo se vive a través de «una larga enfermedad» de una persona tan querida y eso que yo llevo tantos años preparandome.
Luego veo a gente que pasa por cosas mucho peores, a madres de mi edad con niños pequeños que saben probablemente no los vean crecer y se me parte el alma. Y siento que tengo motivos para estar agradecida y que soy débil.
Si conocéis algún libro que me pueda ayudar os lo agradezco. Ir al psicólogo también lo he pensado, pero no tengo ni ganas ni mucho tiempo ahora mismo..
Gracias por leerme