El título ya habla por si solo aunque también lo voy a utilizar de desahogo.
Nunca he querido volver con un ex. Nunca. Y como nunca lo he sentido, a mis amigas les digo que no lo hagan. Me duelan más o menos las rupturas, me las espere o no, nunca he querido volver. Un poco peleona para que me dejen las cosas claras, entender los motivos y adiós. Luego tampoco me he metido en sus vidas de ninguna manera, como mucho he caído en lo típico de un poco de stalkeo (no acoso) y ya.
Y ahora de pronto me veo después de 2-3 semanas con unas ganas enormes de hablarle, de darle un abrazo, de volver. Lo echo mucho de menos aún teniendo en cuenta las cosas malas.
Estábamos ambos en un punto tan malo personalmente cada uno con nuestras propias cosas que cuando estábamos juntos, si nos surgía un mínimo problema, no teníamos ya la energía suficiente para poder hablar las cosas normal. Y el resto del tiempo últimamente era «me ha surgido x problema en mi vida, estoy demasiado cansado para solucionarlo, no sé qué hacer» y ansiedad. Problemas siempre y un agotamiento grande para enfrentar ya cosas.
Hace tiempo que teníamos que haber parado y darnos algo de espacio para salir del bucle. La ruptura al final era necesaria, ni él ni yo podíamos con tanto desgaste. Rompió él aunque yo llevaba ya muchos días dándole vueltas. Aún así me negué a aceptarlo los dos primeros días y quería hablarlo con él porque me comió el miedo pero se aceptó.
Quizá sea muy bruto lo que voy a decir pero yo me sentía como cuando a mi madre la ingresaron mucho tiempo y siempre tenía que estar allí a la vez que tenía que gestionar mil cosas por todos lados. La amaba, quería cuidarla y acompañarla y estar siempre pero llegó un punto de agotamiento en el que, aunque quería estar con ella de corazón, mi cuerpo no quería entrar en la habitación. Estaba irritada, discutía muy fácil, no dormía ni comía y se me hizo cuesta arriba. Pude descansar un poco y después fui con toda la energía a estar otra vez para ella.
Pues yo me he sentido igual. Ahora que he podido dormir, descansar, centrarme en plantear mis cosas e ignorar un poco todo, estoy las 24h pensando en lo mucho que lo quiero. Hoy me han llegado los regalos que le pedí por navidad hace tiempo porque sabía que iban a tardar en llegar y tengo un nudo en el estómago.
Siento mucho por él y lo último que me dijo es que seguía sintiendo por mí y me quería pero que no podíamos estar juntos.
Le quiero hablar y ser sincera pero me da un pánico, uf. A mí, que nunca me ha costado soltar lo que siento. Le digo algo? Qué le digo? Lo dejo en paz? Espero más tiempo? Es muy mala idea?
Muchas gracias.