Buenas noches Loversizers. Hoy ha sido mi punto de partida en la vida. Ahora mismo me siento como si tuviera un libro en blanco todavía por escribir y estoy entre asustada y pletórica a la vez.
He llamado a mis padres, a los suyos también, he hablado con mis dos mejores amigas… Y todos, absolutamente todos, han llorado al escuchar mis palabras. Y mientras tanto yo solo he sido capaz de decirles que solo es otra etapa.
La verdad es que no había pasado nada malo. Ni habíamos discutido, ni nos queríamos menos. Sencillamente llevaba meses sabiendo que ese hombre que un día fue el amor de mi vida se había convertido en un amigo al que adoro por encima de todo.
Nos habíamos acostumbrado a demasiadas cosas. A darnos un beso de buenas noches, a cagar mientras el otro se duchaba, a hacer la compra los sábados por la mañana y a follar los domingos después de la siesta.
Cualquiera que nos viera pensaría que éramos la pareja perfecta, pero en mi corazón ya no había pasión. Las mariposas de mi estómago volaron hace tiempo. Cero ilusión, cero ganas de planear a largo plazo.
Este verano se casaron un par de amigos nuestros, hasta nos tocaron los novios en una de las bodas. Todos esperaban que nosotros, esa pareja hiper estable que llevaba unida desde la adolescencia, diera el paso de una vez por todas.
‘Tú también lo sabes’ le dije a él esta tarde ‘si no dudaras, ya me habrías pedido que me casara contigo, pero no lo has hecho’.
Nos abrazamos, nos dimos un último beso y prometimos regalarnos un tiempo antes de reencontrarnos.
Todos en nuestro entorno creen que estamos bromeando, y que esto no es más que un teatrillo previo a una invitación de boda muy original. Pero la realidad es que hoy dormiré sola después de muchos años en su compañía, y aunque la melancolía es muy jodida, estoy emocionada con todo lo que tengo por delante.
Le daré las gracias millones de veces por hacerme tan feliz todos estos años, pero mi vida ahora continúa separándome de su lado.
Gracias por leerme chicas.