Mismo perfil, Julia. Profe de filosofía y ahora tiene 50 años, soltero, mujeriego, seductor pero con dulzura, culto y hasta con un cierto aire femenino. Será que los fabrican en serie. Yo también veía las banderas rojas pero…estaba tan ciega. Para mí también fue clave leer libros, artículos y ver videos acerca de la personalidad narcisista, el problema es que este tipo de violencia que ejercen, es tan invisible que te sientes absolutamente sola. Os voy a contar que, para más Inri, he tenido la mala suerte de encontrármelo muchas veces cuando salía con amigas: en el teatro, en restaurantes y…la más espeluznante: una amiga mía se casaba en su pueblo, un pueblo muy pequeño de Toledo. Teníamos una comida en medio de un paraje natural el día de la boda y allí, en ese restaurante estaba él. Tuve un ataque de pánico muy fuerte al verlo allí, en otra provincia, en un restaurante en medio de una laguna, a la misma hora y el mismo día que iba yo. Sentía que jamás podría librarme de él. Ahora lo pienso y siento haber vivido una pesadilla a muchos niveles.

Mucho ánimo.
Yo estoy pasando por algo parecido con un matratrador psicológico en potencia,ahora mismo estoy en ese estado de superación y es muy duro.
Te mando mucha fuerza y me gusta pensar que sigue habiendo gente buena.

Eso fue lo que más me costó entender…que no era humano. Me he dejado los sesos intentando comprender por qué hizo y ha hecho todo esto, por qué no ha parado hasta dejarme incluso en el paro. Me he culpabilizado por todo pensando que era yo el problema, que era yo la psicópata. Y a pesar de todo lo malo que iba haciendo, de ser consciente de que había jugado conmigo y de que después me había hecho luz de gas, yo aún así sentía que lo queria, que lo necesitaba y que no podía soportar que me odiara…al más puro estilo síndrome de Estocolmo. Al final, tienes razón, lo único que se puede hacer con este tipo de personas es el contacto 0 y huir, lo más lejos posible. Yo ahora vivo con miedo de encontrármelo en un restaurante, en un cine, en un teatro…

Hola Marta

No sabes cómo te entiendo. Yo acabo de perder un trabajo porque él se ha encargado de dejarme de desequilibrada y de loca por ahí. Que si soy inestable, que si tengo fantasías y todo lo que pasó está en mi cabeza enferma…y yo con mi depresión, mi baja y los ataques de pánico se lo he puesto en bandeja. Todo lo que defines es el comportamiento típico de una personalidad narcisista y que te diga todo eso o que te trate así tiene una única finalidad: convencer a todo el mundo, incluida tú, de que él es la única víctima en todo esto. Viven de su imagen y es lo único que les importa una vez saben que lo sabes.

La única manera de superar todas las secuelas emocionales que dejan estas personas es el contacto 0. Entiendo que siendo un pueblo pequeño te puede costar horrores. Yo pasé meses sufriendo ataques de pánico cada vez que me lo cruzaba por un pasillo, una mezcla de culpa, miedo y sensación de estar volviéndome loca. Mi consejo es que leas y te informes sobre todo lo que tiene que ver con los narcisistas: la indefensión aprendida, la doble victimización de la víctima y conceptos así. Todos ellos tiene fama e imagen de buenas personas,el mío era el jefe del departamento de pastoral de un centro escolar católico, no te digo más. Transmitiendo la palabra de un Dios en el que no cree, con palabras dulces, halagos a todo el mundo y perfil de buen compañero. La disonancia cognitiva (otro término a estudiar)que generan estos personajes es algo contra lo que no puedes ni debes luchar. Recuerda, el contacto cero es tu única esperanza. Aunque sea difícil, no hagas contacto visual con el, no le hables, no le escuches, create un escudo a tu alrededor que no pueda traspasar y no hables de él. Déjale creer que ha ganado. Yo me metí en una lucha de poder con él de la que he salido perdiendo mi salud mental y mi puesto de trabajo,pero la única manera de vencerlos es el contacto cero, porque es la única manera en la que podrás sanar.

Un besazo y mucho ánimo

Todos mis compañeros saben lo que ha ocurrido, aquí el problema es que él tiene comiendo de la palma de su mano a la monja que toma las decisiones. Se relaciona con ella igual que lo hacía conmigo, y en boca de una persona del equipo directivo «no es más que una pobre señora de pueblo a la que le gusta que le digan que está guapa, le regalen flores y la saquen a cenar de vez en cuando». Él lleva en el centro muchos muchos años y yo solo llevaba dos, por lo que yo era mucho más barata de despedir y él, tiene las espaldas muy bien protegidas.

Él ha sabido aprovechar muy bien la imagen de inestabilidad que yo he proyectado durante este curso y este es el resultado. Lo que me ha pasado a mí es solo una historia más que sumar a su colección, pero tiene completa impunidad. Lo que tú dices lo he pensando muchas veces ya no tanto por venganza sino por evitar que vuelva a hacer esto con nadie, especialmente con una chiquilla más joven, pero él está muy muy protegido. A quien me ha querido escuchar yo le he contado la verdad, todos lo saben pero lo obvian porque saben que no se pueden enfrentar a él. Incluso la compañera a quien yo consideraba mi amiga en el centro, por protegerse de represalias se ha desmarcado de mi y cuando me despidieron, ni siquiera fue capaz de llamarme. A día de hoy no he vuelto a saber de ella. Los alumnos aquí ni pinchan ni cortan, los pobres. A ellos les van a decir que yo me he ido a otro centro y ya está…y el problema de todo esto es el mismo del de todas las víctimas de estos tipos: es muy difícil de probar porque no hay parte de lesiones y se podría decir que no tengo «pruebas».

Sé que a ellos les afecta todo lo que se ponga sobre ellos en las reseñas de Google, por ejemplo, pero, honestamente, tengo miedo de las posibles represalias que puedan tomar contra mi. En el mundo de los centros concertados se conoce todo el mundo y tengo miedo de que puedan «vetarme».