Los verdaderos monstruos no habitan en los cuentos

Inicio Foros Querido Diario Segundas partes Los verdaderos monstruos no habitan en los cuentos

  • Autor
    Entradas
  • Ana
    Invitado
    Ana on #866460

    Primera Parte

    Hace justo un año acudí a vosotras desde la desesperación y la ignorancia más absoluta, con el corazón destrozado, para que arrojarais un poquito de luz a mi historia…y lo hicisteis. Creo que os debo contaros cómo ha terminado.

    Pasé un verano muy complicado, sin llegar realmente a comprender por qué me sentía tan vacía, por qué tanto dolor ante algo que no había sido nada. Me derivaron a psiquiatría, me diagnosticaron un trastorno adaptativo ansioso-depresivo, me dieron medicación. Y llegó septiembre.

    En mi versión sana, soy una persona que siempre va maquillada al trabajo, soy alegre, canturreo por los pasillos y bromeo con todo el mundo. Con los alumnos soy la profe joven y enrollada a la que le cuentan sus dramas, que da las clases divertidas, reparte caramelos y habla con ellos de series, de videojuegos, de maquillaje o de fútbol. La persona que volvió en septiembre, mi versión enferma, era alguien ausente, con ojeras, que de repente estallaba en lágrimas y llevaba el sufrimiento en la cara. Dentro del aula me ponía una máscara de normalidad y trataba de que no se notara, pero era agotador.

    Pese a que mi psicóloga me impuso el contacto cero con él, la desobedecí y por el mes de septiembre yo aún tenía una grandísima dependencia emocional hacia él, por lo que quedé con él para hacerle ver que todo estaba bien y podíamos ser amigos. Le dije que estaba en tratamiento por una depresión y él se limitó a preguntarme quién sabía lo que había pasado y a quién se lo había contado. Después me dijo todo lo que se decía sobre él en el centro, algunas cosas que yo sabía ya, que según él eran fruto de la envidia y otras que no y que me espantaron (escándalos con exalumnas y rumores de muchos tipos). Y acabó por decirme que no pensaba consentir que se añadiera a la lista que mi depresión era culpa suya, porque yo me había montado una película porque estaba trastornada. Añadió que no era justo que él pagara mis platos rotos y que lo mejor es que tomáramos distancia.

    Esta conversación me generó una inmensa sensación de culpa y mi depresión empeoró, hasta el punto que empecé a tener ataques de pánico cada vez que tenía que coincidir con él en una sala cerrada o me lo cruzaba por un pasillo. Tenía que esconderme en aulas o en salas vacías para que nadie me viera. Un día tuve un ataque de pánico muy fuerte y me escondí en un patio interior. Me senté en un banco, comencé a hiperventilar y a llorar y de repente me di cuenta de que allí mismo estaba él, apoyado en una pared, mirando su móvil. Permaneció allí impasible mientras tuve el ataque de pánico. A los ataques de pánico los siguieron la autolesión, y los alumnos se dieron cuenta de que algo me pasaba, me ofrecieron su ayuda y entonces me di cuenta de que no podía seguir así. Era yo quien debía ayudarles a ellos y no al revés. Fue entonces cuando decidí hacer caso a mi doctora de cabecera y coger la baja por depresión y estuve fuera del centro desde enero hasta abril. Durante mi baja seguí trabajando desde casa porque pensé que así demostraba mi compromiso con mi trabajo y salvaba mi puesto. La psiquiatra me aumentó la medicación, la psicóloga me dio más sesiones y apareció en mi vida el doctor Iñaqui Piñuel y su libro Amor Zero. Y ahí, lo entendí todo. Conecté con vosotras, con ese primer post en el que la palabra “narcisista” había aparecido tanto en vuestras respuestas: lovebombing, triangulación, descarte…. Lloré tanto leyendo el libro.

    Cuando volví, toda esa primera fase tan oscura se había superado y recuperé una cierta normalidad. Apliqué el contacto cero y volví a ser yo, pero esto no le vino bien a él. Durante mi fase más autodestructiva se había limitado a ignorarme pero al verme resurgir, empezó a fulminarme con la mirada y, a mis espaldas, empezó a mover sus hilos hasta que ayer, me despidieron. Un despido que yo ya intuía, improcedente en toda regla, con su correspondiente indemnización. Me dijeron que no tienen queja alguna de mi trabajo y que me despiden porque “no puedo sanar en el mismo sitio donde se encuentra el foco de mi dolor”. Esta mañana me han llamado dos personas del equipo directivo para decirme que han sido órdenes de arriba, de ese «arriba» que él siempre presumió que tenía bajo su control, que ninguno de ellos estaba conforme y que creen que debo saberlo. Aún resuena en mi cabeza la advertencia de aquella compañera que me quería bien y en una cena de empresa, al ver como me rondaba y me dijo: te voy a hablar como si fueras mi hija, porque tienes edad de serlo. Ten mucho cuidado con él, porque tiene mucho poder aquí y me dolería mucho que te hiciera daño y encima serías tú la que se tendría que ir.

    Me he decidido a compartir esto con la comunidad Weloversize porque os lo debía, porque vosotras me distéis las primeras pistas sobre lo que había sufrido. Como dice mi psicóloga, a través de esta experiencia tan dolorosa, ha muerto la niña para que nazca la mujer y aunque esta persona no fue nada mío, no hace faltar compartir cama con alguien para que te puedan destruir. Comparto con vosotros mi intimidad, mi oscuridad más espeluznante, la cual yo no era consciente que podía transitar y espero si no comprensión o empatía, al menos sí respeto. Comparto con vosotros mi caja de Pandora, la del durante y la del después: dependencia emocional, disonancia cognitiva, insomnio, distorsión de la imagen, ataques de pánico, autolesión, ideación suicida… con el único fin de que si alguien ha pasado o está pasando por esto sepa que se sale, que se pierde mucho por el camino, pero que se puede salir. Y a los que tengáis la suerte de no haberlo experimentado, recordad que los verdaderos monstruos no habitan en los cuentos.


    Responder
    AliAliOh
    Invitado
    AliAliOh on #866575

    Hola amiga,
    Jo, recuerdo haber leído tu primer post… Me ha impresionado muchísimo tu relato, cuánta verdad y cuántos sentimientos trasmites. Escribes y te expresas de maravilla.
    Sinceramente me has dejado sin palabras. Has tenido la malísima suerte de cruzarte con un ser despreciable a todos los niveles. Un verdadero psicópata (y te aseguro que he lidiado con psicópatas diagnósticados mucho tiempo). Tocaste fondo y una vez tocado fondo, solo se puede ir hacia arriba, resurgir, que es en el proceso en el que estas. Me ha encantado tu frase de que aquí muere la niña y nace la mujer.
    Te mando un super abrazo en la distancia, que maravilla que alguien a quien no ponemos cara se abra así con nosotras. Ojalá dentro de un año nos vuelvas a escribir y nos cuentes que todo ha mejorado mucho (no dudo que lo hará).
    Te deseo de corazón lo mejor de este mundo. A pesar de los monstruos, también hay ángeles a nuestro alrededor.

    Responder
    Marimar
    Invitado
    Marimar on #866580

    Solo puedo enviarte un gran abrazo y desearte lo mejor. Seguro que te viene bien perderle de vista del todo y encuentras un nuevo trabajo en el que poder ser tu misma.

    Responder
    L
    Invitado
    L on #866649

    Querida amiga,
    Perdone que me tome la confianza de llamarte así pero he leído ambos posts y no he podido acabar con lágrimas en los ojos. Estoy en esa fase de dependencia emocional, con depresión diagnosticada; en mi caso sí que llegué a ser pareja pero únicamente un año y me ha destrozado a todos los niveles.
    Me siento como tú y ver que has podido, me ha animado a seguir intentándolo.

    Has sido muy fuerte y aunque ahora te enfrentes a la situación despido, creo que será positivo para ti salir de ahí de alguna forma.
    Ese ser solo quiere verte sufrir, suplicar, rogar y llorar. Pero te toca brillar.

    Solo decirte que quiero y voy a tratar de sanar y salir de esta bola interior que siento alrededor. No quiero sufrir más, no quiero estar sin dormir, comer o con ansiedad todo el día. Mientras él está de viaje ahora mismo con la que durante la relación trianguló conmigo.

    Un abrazo gigante y gracias por compartir la segunda parte

    Responder
    Ana
    Invitado
    Ana on #866664

    Lo único que te puedo decir, no desde el otro lado, porque a mi aún me queda camino, pero sí desde unos cuantos pasos por delante de ti, es que no te sientas culpable. Yo he arrastrado durante un año entero una enorme culpa, una letra escarlata que me ha acompañado como un lastre allá por donde iba. Aún ahora estoy lidiando con ella porque en el fondo, me siento culpable porque me hayan despedido. Paciencia, porque esto es un proceso muy largo.

    Con respecto a la culpa, esto es lo que hacen, la luz de gas o gaslightning, para revictimizarte. Haz contacto cero, no sepas nada de él ni de lo que hace y busca en Youtube a Iñaqui Piñuel o consigue su libro, verás como en cada página vas a sentir que está hablando de tu vida. Para muy fue un auténtico shock, pero también fue liberador.

    Responder
    Angela
    Invitado
    Angela on #866703

    Amiga, sólo puedo decirte alto y claro: Bravo! No es nada fácil atravesar una situación así con un psicópata de manual y salir fortalecida, además en el ambiente de trabajo, donde una se ve forzada a ver a esa persona aunque no quiera.

    Personalmente, creo que ese despido es lo mejor que te ha podido pasar, que te indemnicen y puedas empezar de nuevo en otro lugar más saludable y seguro para ti, y el trabajazo que has hecho contigo misma, ese ya no se olvida jamás.

    Como alguien que cayó no en una, si no en dos relaciones de abuso y maltrato cuando era joven, y logró salir de ellas y encontrar el Amor real, te animo a anclarte bien en tu fuerza interna, en tu presente y en ese amor y respeto máximo a ti misma por todo lo que eres y de lo que has sido capaz de superar. Si una hace el trabajo necesario para estar bien, lo demás es cuestión de darse tiempo y paciencia hasta volver a la armonía.Y tratarse con mucho amor y compasión por una misma. Ahora tienes una oportunidad maravillosa para rodearte de buenas personas que te apoyen y protejan en lugar de dañarte, y has ganado en sabiduría para poder discernir quién sí y quién no. Desde aquí te mando un fuerte abrazo, eres muy valiente y te felicito por tu determinación hacia tu propia vida y salud!

    Responder
    L
    Invitado
    L on #866843

    Hola Ana,
    soy la chica del post anterior al que la que recomiendas el libro de Amor Zero empecé ayer mismo. Efectivamente, me siento reflejada en absolutamente todo.
    (Con decirte que lo del viaje en el que está ahora lo sé porque me mandó los billetes de avión «por error»… Si eso no es triangulación después de la ruptura…). Además de las millones de situaciones durante la relación.
    Comencé la depresión poco antes de la ruptura y no entendía qué me pasaba, no era consicente de la manipulación y maltrato, me dejó cuando empecé con medicación porque «necesitaba estar solo» y se fue de las peores formas posibles. El dolor es increíble y entiendo totalmente cómo te sentías. Ahora voy viendo cosas.
    Espero poder sacar esa fuerza que sacaste tú y como dices, pasar de niña a mujer.

    Responder
    Ana
    Invitado
    Ana on #867399

    Una parte de mi también cree que lo mejor es que me hayan despedido, pero ahora me enfrento al desempleo con mucho miedo e incertidumbre. Además, es una sensación muy fea saber que perdido un buen trabajo por no haber sabido gestionar esto de otra manera. No dejo de preguntarme qué podría haber hecho para que esto no acabará así, aún en esto y a pesar de todo, sigo sintiéndome culpable. Muchas gracias a todas por vuestras respuestas y vuestras palabras. Os siento muy cerca!

    Responder
    Julia
    Invitado
    Julia on #867704

    Uufff, cómo me has hecho recordar una historia que viví hace unos 15 años. También profe, de Filosofía, y ahora tendrá unos 50 y algo.
    El mismo rollo en todos los aspectos, soltero, mujeriego, seductor pero con ternura, culto, encantado de haberse conocido…
    La verdad es que no supe o no quise ver las banderas rojas desde el primer día pero en perspectiva cantaban la Traviata.
    A mí me ayudó un artículo que leí de casualidad en una revista hablando del narcisismo, que por aquel entonces era algo prácticamente desconocido a nivel calle.
    De repente le vi reflejado y me dio una especie de escalofrío, como si hubiera estado con un monstruo pero con careta dulce a ratos que me confundía. Una sensación entre miedo, asco y mucha pena. Aun así me costó desengancharme y todavía volví a caer en sus redes creo que un par de veces más pero ya sin ninguna expectativa, casi más para confirmar y disipar cualquier tipo de duda. Ahora lo pienso y me lamento del poco amor propio que me tuve, de lo ingenua que fui, del tiempo tan precioso que perdí…
    Se me pasó del todo cuando con el tiempo conocí a otros chavales que no serían perfectos pero al menos no todo giraba en torno a su ego.

    Ojalá pases página pronto y encuentres otro trabajo y que todo esto no sea más que algo del pasado, una piedra más en el camino superada. ¡Un abrazo!

    Responder
    Suzanne
    Invitado
    Suzanne on #867714

    Que los alumnos se hayan dado cuenta de la situación y se hayan ofrecido a ayudarte demuestra el gran trabajo que has hecho con ellos y lo mucho que te quieren. Como persona que ha pasado por autolesión e ideación suïcida, que ofrecieran su apoyo es clave para que hagamos «clic» y que hay muchas cosas por las que luchar. Siento mucho lo que tuviste que pasar, pero poco a poco se supera, por muy largo que parezca el camino

    Responder
WeLoversize no se hace responsable de las opiniones vertidas en esta web por colaboradores y usuarios del foro.
Las imágenes utilizadas para ilustrar los temas del foro pertenecen a un banco de fotos de pago y en ningún caso corresponden a los protagonistas de las historias.

Viendo 10 entradas - de la 1 a la 10 (de un total de 19)
Respuesta a: Los verdaderos monstruos no habitan en los cuentos
Tu información: