Como parece que algunos no se han enterado aprovecharé este medio para repetirlo una vez más QUE OS QUEDÉIS EN VUESTRA CASA. Pero no en la del pueblo o en la de vacaciones, no, en la vuestra donde residís habitualmente.

Ayer salí de trabajar después de un turno horrible. Soy enfermera y hasta que no ves desde dentro todo lo que hay no eres consciente de lo dura que es la situación. Más allá de lo que os digan los medios, es todo muy complicado, muy feo, muy duro. Nadie está preparado para esto aunque lo intentemos. Estamos poniendo el doscientos por cien y aun así esa sensación de no llegar es horrible.

Pues salía de trabajar y después de una ducha pasé por el supermercado. Llevo más de dos semanas sin ver a mis hijos, que se han ido con mi hermana. Sin casi tocar a mi pareja. Agotada. Estoy en la cola y delante de mí una mujer con su compra. Antes de pagar le da a la cajera una tarjeta de familia numerosa de la Comunidad de Madrid, lo sé porque la cajera le preguntó de dónde era. Ella le dice que no se la puede aceptar, solo si fuera de Galicia.

La mujer empieza a cabrearse y sin cortarse le dice que ayer mismo la usó en un súper de Madrid y no tuvo problema. La cajera le vuelve a explicar que solo aceptan tarjetas de familia numerosa de Galicia. La señora vuelve a decirle que con toda la compra que lleva se ahorra un dineral si le aceptan la tarjeta, que tiene a los niños en casa muertos de hambre después del viaje y que tiene el piso vacío, que acaban de llegar.

Me cansé, yo que siempre me mantengo al margen, y le pregunté que si era verdad que se había desplazado de Madrid a Galicia (zona de costa) con su familia en plena cuarentena. La mujer me miró y creo que se dio cuenta de todo lo que había contado, solo me dijo que no era de mi incumbencia.

Le dije que sí, mía y de todos los que estábamos allí, y de todos los españoles. Porque por culpa de gente como ella ese esperado pico no va a llegar jamás, va a ser una subida constante e infinita. Que lo mismo debí haberme callado pero estoy muy cansada, harta de ver en las noticias a gente que se pasa el confinamiento por los cojones. Que está muy bien que nos aplaudáis cada tarde, pero hacerlo en serio, sin cinismos y entendiendo lo que está pasando.

Esa señora pagó su compra y se fue, seguramente a su residencia de veraneo. No entiendo ni cómo pudo llegar con esos supuestos controles que hay en las carreteras. Es vergonzoso. Tomároslo en serio por favor.

Un abrazo a todas y gracias por este pequeño espacio.