Mamá, papá: quiéreme bien, no mucho.

Inicio Foros Querido Diario Familia Mamá, papá: quiéreme bien, no mucho.


  • Autor
    Entradas
  • Macu
    Invitado
    Macu on #698464

    Doy siempre gracias por la familia que me ha tocado, la quiero y amo con toda mi alma. Al igual que creo que ellos me quieren a mi: mucho, pero no de la mejor forma. Saber identificar cuando la cantidad de amor llega a ser tóxica es algo parecido a quitarte una venda en los ojos, liberador y a veces deslumbra.

    Durante mi vida he vivido en el seno de una familia modesta compuesta por cuatro miembros: mamá, papá, mi hermano y yo. Fui la primera en llegar a casa y, aunque no quiera asumirlo, me convertí en el ojito derecho, sobre todo de mi padre. Esto trajo unas consecuencias cruciales que se desarrollaron en mi casa e incluso en mi personalidad.

    Mi madre, tan espectacular como es ella, tiene una personalidad narcisista la cual no asume ni acepta. Me crio lo mejor que pudo, pero todo ligado a la creencia de llegar a ser perfecta: desde los 6 años en un endocrino porque estaba en el perfil 75 (sin ningún tipo de problema real), restringir mis amistades para controlar que hacía u opinaba, controlar mis comidas a diferencia de mi hermano, incluso negarme estar con mi padre por pura envidia… Todo ello hacía crear un estado constante de ansiedad en ella por procurar que fuera perfecto. Resulta que derivó, sin saberlo, en un abuso psicológico (hasta algunas veces físico) por su parte, ya que creó de manera espejo, sus inseguridades en mi e intentaba corregirlas provocándome a su paso más inseguridades y más odio hacia mi misma, desde la gordofobia hasta no tener personalidad alguna. Esa misma madre, que todavía a día de hoy tergiversa la realidad a su placer para sentirse ella víctima; donde los demás (incluidos amigos y tíos de estrecha confianza) vamos en su contra cada vez que le decimos algo diferente a lo que ella piensa, y crea teorías conspiradoras en su contra a partir de ellas.

    Mi padre, por otro lado, siempre fue más permisivo. Pasé más tiempo con el durante la infancia ya que mi madre trabajaba en los turnos del hospital, por lo que había días que no nos veíamos. El caso es que mi padre siempre era la persona que te ayudaba y apoyaba, que venía y te abrazaba te decía al oído que la luna se quedaba corta de cuanto nos quería. Esa arma de doble filo llamada amor, trae consigo chantajes emocionales de los cuales te reconcomen cada vez que el intenta pedirte algo.

    Es así como llegué a la universidad, tras a ver pasado una adolescencia encerrada en casa porque mamá decía que los días libres que ella tenía no podía irme con mis amigas porque eran sus días para estar conmigo; que papá no me dejaba salir de fiesta porque se iba a tirar toda la noche pensando en mi preocupado y un sin fin de cosas más. Por lo que al salir de mi casa por primera vez, descubrí lo que el mundo me ofrecía y tenía dos formas de afrentarlo: aceptando y abrazándolo o luchar contra mi para encajar en los estándares que se me había impuesto. Spoiler: la segunda opción no es recomendable. Por lo que cogí mis riendas y empecé a aceptar quién era y quién quería llegar a ser independientemente de nadie.

    El otro caso extremo es la situación de mi hermano, que vivó bajo las mismas premisas que yo, pero con un carácter más parecido al de mi madre. En su caso la permisibilidad de mi padre lo ha llevado por el camino de: hago lo que quiero y cuando quiero ejerciendo la fuerza si hace falta. Es aquí cuando me planteo que el problema de base no es mi hermano, si no el amor que ha recibido, tóxico, ya que ha adquirido la habilidad del chantaje como método de supervivencia.
    Ahora tras la universidad, he vuelto a casa, a tierra hostil como lo llaman mis amigos. No creo que sea Corea del Norte ni mucho menos, es una tierra en barbecho constante donde esta todo por sembrar y cuidar. La situación no ha cambiado, pero yo si, ya que de manera objetiva se identificar los problemas de cada uno, de que herida están hablando y que máscara está utilizando para llegar a saber como afrontarlo y solucionarlo. He sabido perdonar ese daño causado y aceptar como son cada uno.

    Todavía no he sabido hacerle frente a todas las inseguridades inculcadas, ni he podido tener una pareja estable debido a mi condición no llegar a creer en el amor, al que ahora sé identificar como sano o tóxico. Pero si estoy un paso más cerca de querer, no mucho, sino bien.

    Responder
WeLoversize no se hace responsable de las opiniones vertidas en esta web por colaboradores y usuarios del foro.
Las imágenes utilizadas para ilustrar los temas del foro pertenecen a un banco de fotos de pago y en ningún caso corresponden a los protagonistas de las historias.

Viendo 1 entrada (de un total de 1)
Respuesta a: Mamá, papá: quiéreme bien, no mucho.
Tu información: