Y lo peor de todo es que no fue en el baño.
Madre mía, madre mía qué vergüenza, amigas.

Llevo cuatro años currando en una plataforma de atención telefónica. Vaya, lo que viene siendo un calle center de toda la vida, y este pasado viernes creo que me coroné como el mayor personaje de la historia de la empresa.
Me tocaba turno de tarde, así que comí como cada día y cogí el metro hacia la ofi. Ya de camino me dieron un par de retortijones, así que como llegué con tiempo me fui directa al wc y solté bastante lastre. Me quedé a gusto y aliviada así que empecé la jornada sin contratiempos.

Al rato otro retortijón. Joer, como me quedaba muy poco para el primer descanso como pude aguanté y después salí disparada al baño. La verdad es que al echarlo los dolores cesaban, así que me quedé currando esperando que no se repitiera.
Pero, colegas, a menos de una hora de terminar la jornada…

Estoy atendiendo la llamada a una pobre señora que no entiende su factura. La mujer, encima, hablándome medio en bable que yo estaba sudando para entenderla del todo. Todo iba bien hasta que vuelven los retortijones de la muerte. Uno, otros y otro. Empiezo a sudar frío que me quiero morir, y la buena de la mujer que no hay manera de que termine la llamada. Por tres veces intento despedirme y por tres veces que me corta con un ‘ay, pero espera que esto tampoco lo entiendo’. Me entran ganas de llorar, de desmayarme incluso… Y cuando creo que voy a morir de apretar tanto el culo, pfffffffff, exploto.

Tía, exploté como quien aprieta un bollicao, igualito. Bragas, pantalones y silla marrones, y un pestazo que no era ni medio normal.
La señora continuaba preguntando y yo no dejaba de responderle amable mientras miraba a ambos lados y veía a mis compañeros alucinado.

Cuando pude terminar la llamada no sabía si prefería quedarme allí sentada o morirme directamente. Mi jefa se acercó preocupadísima y acto seguido me fui a la enfermería con todo mi culazo a tope de mierda.

Está claro que comí algo en mal estado, y también está más que claro que este lunes me voy a morir del corte al entrar de nuevo en la oficina…