Si se practica BDSM es habitual hacer, antes de una sesión, una lista de prácticas sexuales y señalar las que te gustan, las que no, y las que quizá en alguna situación concreta probarías.
Además del bienestar físico, se debe procurar tu bienestar emocional. Meter un dedo sin avisar no es algo que sea bien recibido. Por nadie.
No tienes que aceptar estas cosas a traición para no decepcionarle.
Dentro del BDSM hay muchísimas prácticas y lo normal es que a cada persona le gusten algunas y rechace otras.
Rechazar lo que no te gusta no te hace peor. Es lo normal.
La comunicación es fundamental para que funcione una pareja. Si hay BDSM, más.