Hola cielo
Entiendo perfectamente lo que estás pasando y lo primero que te diría es que es una situación muy difícil…elegir entre sentimientos y razón es complicado. Yo pasé por algo similar hace un tiempo: el estaba casado y yo tenía pareja. El fue mi primer amor y nos reencontramos veinte años después. Al principio fue como quitarse una espinita (xq nos conocimos cuando yo tenía 14 años y quedaron «cosas» que hacer) pero sin darnos cuenta nos fuimos enamorando pero mucho…una dependencia muy heavy y una conexión que nunca había sentido antes. Fantaseabamos con la idea de dejarlo todo y empezar de cero una vida juntos a diario. Yo me sentía mal por mi pareja y por su mujer pero me sentía taaaan bien cuando estábamos juntos que el remordimiento se anulaba. Así, sin darnos cuenta, pasaron cinco años. Si, cinco años y ninguno de los dos se atrevió a pedirle al otro dar el paso porque nuestras hijas eran más importantes que nuestros sentimientos…o eso queríamos creer y por eso nos excusábamos en ellas. Cómo bien dices cuando hay amor real se arriesga aunque el miedo a q salga mal sea fuerte. Te juro que no he querido a nadie como a él y que nunca, jamás, me sentí tan amada por nadie. Pero hace dos años, un día, me llamó desde el teléfono del trabajo y me dijo que su mujer estaba mosqueada y que creía que sabía algo. Y que no volviera a llamarle o escribirle a su móvil personal…solo al del trabajo. Siempre le dije que nunca haría nada que le dañará y en ese momento, aquella frase, hizo un clip en mi cabeza y lo vi claro: nunca íbamos a estar juntos. Le dije que no se preocupara, que no volvería a contactar con él, que arreglará sus asuntos…y nunca más volví a buscarle. Hice contacto cero durante algún tiempo, le bloqueé en todo y, sinceramente, fue uno de los peores tiempos que he pasado. Pero después de eso, dejé de mirar el teléfono con tanta frecuencia y empecé a mirar a mi lado…y vi a la persona que estaba conmigo. Y poco a poco he comprendido que ni el ni yo queríamos cambiar la relación que teníamos y mucho menos nuestras vidas. Es muy duro entender que el amor no lo puede todo. Si sigues con él y no hace nada por cambiar su vida estarás desperdiciando la tuya porque no podrás conocer a nadie que apueste por tí. Mucha suerte!