Hace meses escribí sobre mi amiga: https://weloversize.com/topic/mi-amiga-sufre-maltrato/ (resumen: mi amiga encuentra novio que no me gusta mucho, me dice que tengo envidia. Me callo un tiempo, hasta que empiezo a ver cosas muy feas y me pregunto si es maltrato. La respuesta es sí)
Las cosas han ido a peor, me desespero y necesito consejo.
Poco después de ese post pasaron dos cosas que a mi me hicieron saltar aún más todas mis alarmas y fui contundente con mi respuesta:
1 Me dijo que iba a buscar un trabajo de pocas horas semanales, a pesar de que no le hacía falta el dinero. Le pregunté por qué, ya que intuía por donde iba la cosa. Su novio le había metido en la cabeza que era una niña mimada, que no sabía lo que era el esfuerzo duro, que no hacía «nada» y que él siempre había estudiado y trabajado a la vez. Mi amiga tiene una media de 9’5, beca de excelencia, beca de colaboración y está preparándose para entrar en el programa de doctorado con un contrato del gobierno y estudia muchisimo. Le dije que él tenía un discurso para hacerle sentir inferior a ella y me parecía mal que trabajara por eso.
2 Pidió una beca y me confesó que quería el dinero para mudarse a un piso a solas con el (viven en un piso gratis con la hermana y el primo de ella, pero él dice que se siente incómodo porque no estan del todo solos). Aunque ella no quería creía que si él se sentía mejor en un nuevo piso habría menos problemas en la relación. Ahí saltaron todas mis alarmas, ya no solo quería que pasara menos tiempos con sus amigas, menos tiempo con la gente con la que comparten piso, sino que ahora él la presionaba para pagar un piso para tenerla a ella sola… Fui contundente, le dije que me parecía mal porque ella realmente no quería, le dije que el problema no era dónde vivir, sino él. Le dije que se debía plantear seriamente la posibilidad de dejarle y que hasta que no estuviera segura de que era capaz de hacerlo no podría «arreglar» la relacion, porque lo único que hacía era ceder y tragar todas las cosas que el imponía por miedo a dejarle. Le dije que estaba rara, infeliz, ausente. Que francamente sentía verdadero miedo, que todas nos equivocamos y hacemos cosas sin sentido, pero que me daba miedo que estuviera yendo hacia un lugar de donde no podría salir. Y que irse a vivir sola con él, el último paso del aislamiento, me parecía un límite muy claro. Lloro un buen rato. Me dijo que pondría límites, y me dio las gracias.
………
A partir de ese momento no me volvió a contar nada. Además me sentí incapaz de seguir quedando con ellos dos, las dinámicas de manipulación que tiene él me parecen vomitivas y no puedo soportar ver como lo hace en frente mío y ella no se da cuenta. Hace unos días otra amiga me dijo que había estado con ella y le dijo que ya no me contaba esas cosas a mí porque era una radical por mis ideas de anarquía relacional y poligamia!!! Efectivamente, defiendo la anarquía relacional, la importancia de colocar la amistad en el centro de la vida y que no sea un mero pasatiempo que ocurre entre tio y tio. Pero mis demás amigas tienen relaciones monógamas sanas y jamás he dicho nada. Y efectivamente, también se mezcla otra cuestión personal, porque me siento decepcionada y desplazada. Porque siento que se menosprecia una relación de amistad de años por un tío que aparece y en tres meses es lo más importante de tu vida. Incluso más que su hermana, a la que adoraba (y dejó tirada por no dejar un fin de semana solo a su novio). Pero la cuestión personal, la parte de enfado que nos incumbe solo a ella y a mí, jamás la he mencionado. Siempre me he limitado a su relación con su pareja, que he analizado cuidadosamente para que no se juntara con mis sentimientos respecto a la amistad. Además ahora ya sé que no soy una exagerada, su familia ha contactado con una del grupo, porque al fin se han dado cuenta de que está cambiando, de que algo ocurre y están preocupados.
Yo ya no puedo hacer nada, porque ya no me lo cuenta. Lleva un mes trabajando y ni siquiera me lo ha dicho.Hace tres semanas que no hablamos. Me voy enterando de las discusiones por mi otra amiga. Me siento fatal, me paso el día pensando en ella, me obsesiono, pienso dónde está, qué hace, si habrá discutido con él (van a estar tres meses solos en el piso porque los demás se han ido), pienso en nuestra amistad, en lo alegre y fuerte que era, y en la cara que tenía las últimas veces, como le absorbe la energía, hasta por wasap se nota. He dejado de escribirle, porque me respondía laconicamente. Me obsesiona pensar que están ocurriendo aún más cosas que no sabemos. Cuándo dejara de absorberla o cuando se dará cuenta ella. Le escribo cartas en mi diario. Oscilo entre el miedo por pensar hasta donde llegará esto, el enfado/decepción por la traición a nuestra amistad y la culpa, por no saber llevar mejor la situación, por no saber qué es lo correcto y tener un impulso incontrolable de ser sincera y de manejar la situación racional y analíticamente, porque cuando la gente me decía «ve con cuidado, no digas las cosas directamente» yo siempre pensé que mi amiga era inteligente, que nuestra amistad estaba por encima, que nos conociamos muy bien, que me escucharia y se daría cuenta por sí misma .
La cuestión es que en cuatro día nos vamos de viaje, un viaje que ya esta contaminado por la situación. Discutieron porque le dejaba solo en casa cinco días (!!!)… desde entonces ella ya no está entusiasmada por el viaje, no habla de él, no organiza nada, responde laconicamente a todo lo relacionado. Una de mis amigas va a sacar el tema durante el viaje, “a intervenir”, porque ya nunca estamos a solas con ella y es el momento. Yo ya no sé qué actitud tomar. Es muy duro tener que tratar con una amiga muy importante en tu vida sin poder dirigirte a ella desde ese lazo previo, me resulta una persona extraña e incomoda.
Si pudiera ser sincera con ella le diría que tengo miedo por ella, que está bien equivocarse, pero que hay errores que hay que cortar a tiempo o se hacen muy grandes. Que la echo de menos, no solo pasar tiempo con ella, sino la persona que era antes, alegre y buena, preocupada por la gente y sus amigas. Que siento no haberlo hecho mejor, no haber sabido estar ahí más allá de la cuestión de su pareja. Pero esto ya no sirve, lo tomará como una agresión, por ser “radical” o que le exijo demasiado tiempo y dependo de ella (lo he escuchado decirlo de otras personas). Esto es un problema personal, porque yo siempre soy sincera y siempre me parece la solución a todo, por lo que me causa mucha incomodidad que en este caso en concreto precisamente la sinceridad no sea la mejor opción. Al final la conclusión es que no soy la persona que necesita, no soy la persona indicada para ofrecerle ayuda, al menos directamente.
De momento, lo único que he concluido es hacerme a un lado y he hablado con mis amigas para que tomen más parte en el asunto. Pero este tema también me está haciendo enfadar con ellas, todas hablan de ello, de lo mal que está, pero nadie hace nada, nadie de mis amigas se preocupa realmente y lo han reducido a cotilleo de “es increíble lo que le está pasando” con la excusa de que es su vida y no podemos hacer nada… bueno, es su vida, pero también es la vida de nuestra mejor amiga. Y digo yo que las amigas sirven para algo más que emborracharse en una discoteca ¿no? No digo de encerrarla en nuestra casa hasta que recapacite, pero hablar, opinar, escuchar, estar ahí, pensar, tener un plan, colaborar entre nosotras, en resumen estar pendiente de lo que le ocurre más allá del mero cotilleo degradante.
Siento haberme alargado tanto, pero necesito consejos, por un lado qué decirle a ella en el viaje, por otro, cómo manejar la situación respecto a mí y como me siento yo, porque como os he dicho pienso mucho en ello.