Quería contaros lo que ha pasado desde ese día, para agradeceros vuestras palabras, con el comentario del señor mayor, me he llegado a emocionar, porque yo aunque soy joven sé lo fácil y lo frágil que es la vida por lo que me ha tocado vivir.
Bueno, siendo sincera he evitado a mi cuñado todo lo que he podido, tanto así que se presentó en mi casa sin avisar, pidiéndome que si no quería verle a él por lo que había pasado que lo aceptaba, pero que le dejase pasar tiempo con su sobrina, y por supuesto que le dejé, mi hija ya llevaba días peguntando por su tato, como ella lo llama.
Esa tarde se la llevó al parque y a merendar, cuando llegaron a casa eran casi las ocho, yo intenté despedirlo en la puerta, pero mi hija insistía en que se quedase a cenar, y es que es a lo que está acostumbrada.
Al final accedí, mientras yo bañé a la niña él nos hizo la cena y al final hasta acabó leyéndole el cuento para dormir.
Una vez nos quedamo solos, me dijo que le perdonara por lo del otro día, que me respeta y ante todo que no lo aparte de nuestras vidas, que se conforma con ser solo mi amigo, pero que sus sentimientos no han cambiado y que si algún día cambio de opinión que por favor que se lo diga.
Desde ese día nos hemos visto un par de veces más, con más gente, no hemos vuelto a estar solos.
Pero ahora no paro de pensar en él, desde que me besó, desde que hablamos la tarde que se llevo a la niña al parque… y es que ahora lo miro y no sé… a lo mejor si que debería de intentarlo no¿?
Tmbién imagino que es por el poco tiempo que hace que me besó, pero entre nosotros ya la relación es diferente, ahora evita tocarme cuando antes lo hacía con naturalidad y es algo que echo de menos.
No he dejado de pensar en ese beso, en como lo sentí y en cómo podría sentir otras cosas con él, pero después vienen los remordimientos.
En realidad he entrado a contaros nada, porque la situación sigue igual, no sé qué hacer