Hola chicxs. Me he propuesto un nuevo reto, y en pocos días empiezo con un entrenador personal. Os cuento el percal:
El caso es que soy una chica muy insegura con todo lo relacionado con mi aspecto físico, y me da mucha muchísima vergüenza verme haciendo ejercicio, posturitas, sudando y respirando como si fuese a morir delante de la gente (al aire libre). Y con mi propio entrenador. Unido a lo que he dicho, desde que era adolescente me ponen nerviosa los chicos, normalmente los que me resultan de algún modo atractivos, y no sé, digamos finamente que mi entrenador está muy pero que muy bien, por lo que pensar en verme en los entrenamientos me da palísimo. Además tengo tendencia a volverme muy torpe cuando me pongo nerviosa. Y ya no sólo eso, pero me avergüenza pensar en lo penosa que voy a ser con mi condición física actual…<br>
<br>
Así, podéis imaginar que me tomo esto como un doble reto, porque no quiero dejar de hacer cosas por vergüenza o miedo. Pero me siento así. Suelo arreglarme bastante y en estas situaciones no hay adorno que sirva, por eso me siento con vergüenza y nerviosismo aunque también me haga muchísima ilusión empezar.<br>
<br>
Os escribo por si alguien se ha sentido así alguna vez y quiere contarme su experiencia, o darme algún consejito. Estaré encantada de leeros.<br>
Muchas gracias a quién me haya leído a mí!