Vale, no sé ni por dónde empezar.
Me llamo Paloma, tengo 34 años y soy la pequeña de cinco hermanos.
Mi hermana Inma falleció hace ya más de dos meses y su marcha nos ha dejado a todos hechos polvo.
Mi hermana era madre soltera, se quedó embarazada por fecundación in vitro en un banco de semen y la pequeña Alma jamás ha conocido padre alguno, mi hermana era una pedazo de tiarrona y la ha educado mejor imposible.
Yo no tengo hijos, no tengo pareja, no tengo instinto maternal y en resumidas cuentas no tengo ni puñetera idea de ser madre, es que ni siquiera lo intuyo, no sé ni por dónde empezar.
Pues bien, Inma dejó escrito en el testamento que todos sus bienes eran para la peque y que quería que fuera yo quien me hiciera cargo de ella, que fuera su tutora legal.
Amo a mi hermana y tengo el corazón roto, pero si pudiera hablar con ella cinco minutos la ponía caldo. Yo supongo que ella confiaba en mí, que cree que yo puedo ser una buena madre, pero es que no. De verdad que no.
Estos dos meses han sido un absoluto desastre, nos hemos ido la peque y yo a casa de mis padres porque no tengo ni idea de qué se tiene que hacer con ella, no sé cocinar, no sé limpiar, no sé marcar horarios, ayudarla a estudiar… La niña de verdad que es un bombonazo y es muy autónoma, pero no deja de tener siete años y necesitar MUCHA atención que yo no sé darle.
Y estoy muy agobiada y cada vez veo esto más cuesta arriba y no quiero fallarle a la peque ni a mi hermana, pero sé que no soy capaz y no sabéis la cantidad de veces al día que me planteo hacerme la maleta por la noche y salir corriendo de casa de mis padres sin mirar atrás.
Yo no quería ser madre, yo no quiero ser madre, yo ni siquiera se asumir que mi hermana está muerta y encima hay pandemia y estoy en paro y me caigo fatal y me siento una inútil de manual.