Si por eso dejas a tu marido, por cuidar a su madre, es que se merece algo mejor.

Siéntate con tu marido en un rato que tengáis a solas y explícale cómo te sientes al respecto. Intentad llegar a un acuerdo para cuidar a la mujer y que nadie invada vuestro espacio. Hablad de una residencia de día o de alguien que vaya a cuidarla, y defiende tu espacio pero desde la asertividad y la comprensión de que es su madre y él estará involucrado emocionalmente y preocupado por ella. Y tampoco estoy de acuerdo con S. Nos merecemos privacidad y respeto por nuestro hogar y lo que significa para cada uno. Su marido puede seguir cuidando a su madre y teniendo en cuenta lo que ella piensa porque también vive ahí. Un saludo.

Habiendo alternativas, yo tampoco la llevaría a mi casa. Cómo te dice L, no te queda otra que llegar a un acuerdo con el que ambos se sientan cómodos. Mudarse más cerca, contratar a alguien, visitas diarias…

Pero S, muchas madres ( ya sea del marido o de la mujer Y padres) no saben respetar a sus hijos y por extensión a sus parejas.

Esa mujer puede vivir perfectamente 15 años, en los cuales querrá hacer las cosas a su manera, y si le parece algo mal de lo que tu o tu pareja hacen en casa os lo dirá, no saben estarse calladas.

Y lo digo desde el punto de hija y nuera, antes de irme de casa le pedía a mi madre que si yo estoy en mi cuarto que no me busque ni me hable de tontearías, que no me de charla ni espere que yo se la de, y yo ya era una persona adulta mas de 25 años. Pues era incapaz de dejarme en paz, y cuando ella quería estar sola, allí si que se enfadaba de que yo le dijese algo (lo hacia aposta) pero ella conmigo no cambiaba.

Ahora siempre que viene a mi casa tiene que meter sus narices y comentar algo, yo se que no podría vivir con ella, pro que su forma de vivir es la correcta y la de los demás no. Y no le pasa nada en la cabeza, siempre fue así.

Con mi suegra no he vivido, menos mal, pero por lo que ya la conozco también es una metida, y querría hacer en casa las cosas a su manera. Y además tendría que compartir la cocina, el baño, el salón y eso no me apetece, para ellos los hombres suele ser mas fácil, simplemente se dejarían mimar por sus mamas y además están acostumbrados a como cocinan sus madres, a mi me gusta como cocino yo, y conociendo a mi suegra fijo que se haría con la cocina, además la dejaría perdida de grasa por como hace las cosas.

El baño, si tienes dos es mas fácil, pero como tengas uno en el piso, si ya a veces toca hacer cola cuando sois dos, ya con tres adultos, tela.

Y en el salón, con los que me gusta tirarme en el sofá con la manta a todo lo largo y ponerme a ver chorradas en la tele, mi pareja se va a la «oficina» que se ha montado en casa y allí se queda, todos contentos. Pero claro con mi suegra tendría que compartir el sofá y claro ver lo que a ella le apetece.

Que tu dices que es que no pasa nada por compartir un poco, pero resulta que eso lo sufren sobre todo las parejas de los hijos, por que como digo uno ya esta acostumbrado a sus padres y los sabe torear después y no tiene vergüenza en decirles que no, claro la pareja no tiene tanta libertad y encima las suegras se ofenden.

Además, si se supone que podría quemar la cocina, tendríais que estar con ella 24 horas siempre uno de vosotros, si trabajáis los dos, ¿Cómo lo vais hacer?

Lo más lógico sería contratar a alguien que este a su lado, y ella estaría en un entrono conocido donde es ama y señora, lo que si que podéis hacer es ir a visitarla muy seguido.

Somos responsables de nuestros padres, si necesitan nuestra ayuda debemos ayudarles, si se encuentran impedidos y viviendo solos y le podemos dar compañía, qué mínimo, se nota que estáis pensando es que fuera vuestra suegra la que necesitara ayuda y no vuestra propia madre. Si yo pensara que mi madre corre peligro viviendo sola y mi pareja me dice que ese sería el fin de la relación me sentiría muy decepcionada y por supuesto ayudaría a mi madre porque ella jamás dudaría en ayudarme a mí. Y con mi suegra lo mismo, es un amor de mujer y jamás le negaría vivir en mi casa porque ella siempre ha tenido las puertas abiertas para mí y aunque así no fuera no sería feliz sabiendo que mi pareja sufre en ese aspecto; y si tuviera que vivir 10, 15 o 20 años así pues lo haría y le enseñaría esos valores a mis hijos para que en el día de mañana no se deshagan de sus mayores pagándole a una extraña porque quieren echarse una siesta en bragas en el sofá.