Hemos sido amigas durante siete años ¡siete!. Nos conocimos trabajando y a los meses a ella le salió una oferta mejor y se fue. Pero ojo, estábamos a quince minutos en coche la una de la otra. Hablábamos prácticamente todos los días, nos veíamos todas las semanas, los sábados se salía de fiesta como las abuelas van a Misa los domingos. ¿Los audios largos? ¡se crearon para nosotras! Nuestros mayores secretos, confidencias, lo sabíamos todo la una de la otra y de repente… ¡desaparece! Si se hubiese presentado al casting de Casper, no sacan una película, ¡sacan la saga!. 🍿
Ella se independizó con su chico e iba todo bien hasta que a los años, sufrió un montón porque el chico la traicionó y lo tuvieron que dejar de malas maneras. Fue una ruptura muy larga y dolorosa. Mientras, yo estaba ya con mi pareja pero no viviendo con él. Llegó el covid y tras él, yo por fin ¡me independicé con mi chico! El 2020 fue un año duro, pero bonito.
Cuando llevaba cuatro meses viviendo ya con mi pareja, nosotras seguíamos siendo amigas. Vino varias veces por semana a casa, seguíamos saliendo por ahí, nos íbamos de tiendas, en fin: todo como siempre. Si es verdad, que cada vez eran más comunes los comentarios de: “Haz que tu novio limpie”, “Haz que recoja”, “Que ponga lavadoras”, “Salgan y hagan cosas juntos”. Creo que de alguna manera, intentaba avisarme de los inconvenientes que pudieran surgir en la convivencia, para que no me pasara lo que a ella.
Un día, conoció a un chico que le devolvió la ilusión. Desgraciadamente, no salió bien y optó por practicar eso de “quien me quiera que me busque, quien no, fuera de mi vida”. Me parece un mantra de lo más bonito, habla del amor propio… pero de ahí, a cambiar radicalmente y olvidarte de tus amistades, me parece un poco exagerado.
Con el tiempo, dejamos de hablarnos tanto yo a ella, como ella a mí. Seguían pasando los días y (puñetera tecnología ➡️) me veía todos los stories, no le daba me gusta a mis fotos, ni me mencionaba en comentarios como solía hacer… Nos encontramos por la calle, me saludó me abrazó y quedamos en hablarnos. Total, que como no vi que no me hablaba ella, le pregunté cómo estaba, qué tal su familia y cómo estaba ella. Me respondió a las horas, muy seca. Me devolvió la pregunta y le respondí de la mejor de las maneras hasta que la conversación volvió a quedarse congelada, sin respuesta.
De nuevo, fui yo quien le escribí diciéndole esta vez que necesitábamos quedar, que teníamos que hablar, me respondió diciéndome “que sí, que teníamos que hablar”. Le propuse quedar la siguiente semana y jamás me respondió. Pasaron las semanas y me respondió a una historia de Instagram. Pasaron cuatro meses y me felicitó por mi cumpleaños (🤡) me pensé si felicitarla o no porque el suyo es seguido al mío, pero en las vacaciones de navidad nos volvimos a encontrar en un Centro Comercial y me giró la cara.
¿Para qué me felicita si no sé de ella desde hace meses?, ¿para qué intenta quedar bien conmigo si después nos encontramos y me gira la cara?, ¿por qué soy yo quién tiene que darle vueltas al tema si creo no tener la culpa de nada?, ¿qué podría seguirle escribiendo?. Sí, pero yo también quiero una amiga que esté para mí, que yo vea que se preocupa por mí, porque eso es la amistad, ¿no? Hoy por ti y mañana por mí.