Hola, Candela!
Aquí una chica que se casa en unos meses y también a tenido que recortar a muchos novios y novias.
Partimos de la base de que las bodas son caras, pero la decisión de casarse es de los novios y ya cuentan con ello. A la frase de: «bueno, pero con el dinero que doy… «pago» el cubierto…»
No es del todo cierto y todo el mundo lo sabe, pero seguimos con que si es caro… no te cases.
Dicho esto, en mi caso cuando hicimos la primera lista provisional nos pasábamos 40 personas del tope que habíamos pensado. Entonces tuvimos que empezar a recortar y ¿Qué hicimos? Valorar, valorar con quién teníamos más relación y con quién no. A quién veíamos si no todas las semanas, sí todos los meses y hacíamos planes en común con ellos, alguna escapada, alguna cena… y lo siento mucho por no invitar a todos los novios de mis amigas, pero si tengo que elegir con quién quiero pasar el mejor día de mi vida… voy a priorizar con quién tengo más relación. Porque si no, empiezas a invitar a la gente para que «x» no se enfade y lo que puede ser una boda pequeña, termina siendo la boda de una duquesa.
Y esto te lo digo como novia, como invitada te diría que al final es su boda y son sus reglas. Si las aceptas, genial estoy segura que te lo pasarás muy bien y si no, pues genial también. Pero es su boda, es su momento, no el vuestro.

A ver, al igual que otras personas te han dicho ya, la pareja es libre de invitar a quien quieran. Y es cierto que sin conocer ciertos detalles (cuanto tiempo lleváis juntos, si han conocido a tu novio, etc) es un poco difícil posicionarse.
De todas formas, del mismo modo que los novios deciden con quien compartir su día especial, los invitados tb son libres de decidir si van o no. Una invitación de boda es eso, una invitación. No es una citación judicial.