Soy la pequeña de tres hermanos, siempre he sido un poco ‘cabra loca’, mi familia es muy tradicional, está acomodada y se dedica a vivir en sus privilegios, cosa que no combato, pero que tampoco apoyo.
Yo desde que soy mayor de edad me dedico a hacer voluntariados, tengo la carrera de integración social, he trabajado en orfanatos, en cárceles y en conventos repartidos por todo el mundo.
En uno de estos viajes conocí a mi pareja, tiene la misma forma de ver la vida que yo, le quiero con toda mi alma y estamos embarazados desde hace siete meses. Hemos decidido volver a España para darle a nuestrx hijx las mejores condiciones de vida posibles, España nos parece un país precioso, lleno de posibilidades, con una temperatura estupenda y una comida deliciosa, ¿qué más se puede pedir?
Pues que mis padres entiendan que la vida que quiero llevar no tiene nada que ver con la que ellos tienen.
Mis padres viven en la Mancha, nosotros nos hemos cogido un caserio en la costa de Andalucía, en el cual tenemos nuestro propio huerto, nuestros animales e intentamos autoabastecernos, vivimos cerquita del mar y somos muy felices. No sabemos el sexo del bebé, ni tenemos intención de darle importancia, nuestra personita se llamará ‘Aran’ que significa ‘valle’ tenga lo que tenga entre las piernas.
Pues bien, el machaque de mi familia es DIARIO, por mis padres, por mis abuelos, por mis hermanos mayores. Me tienen HARTA, sé que quieren lo mejor para mi, pero es que lo mejor para mí no es lo que a ellos le da la santa gana que sea lo mejor para mí.
‘Yo pensaba que la tontería esta se te pasaría cuando madurases, pero vas a ser madre y sigues igual’. Mi frase favorita.
El caso, a lo que vengo aquí, no sé si cortar relación con ellos. No sé si apagar este móvil, meterlo en un cajón y desconectar de todos hasta que me sienta preparada. No sé si alejarme de tantos consejos, tantos reproches y tantos ‘cuando nazca el niño nos necesitarás y volverás con el rabo entre las piernas’. No sé si cortar la comunicación y seguir aguantando porque, a fin de cuentas, son mi familia y les quiero.
No sé si saldrá bien, no sé si saldrá mal, solo sé que ahora mismo no podría ser más feliz y que esta forma de vida ME LLENA EL ALMA. Y ellos, CADA DÍA, me la vacían un poquito más.